Futbologías #9: Chepo de la Torre, el suicidado por el Futbol Mexicano

La tristeza del Chepo (Mexsport)

El Aztecazo II fue posible, ocurrió hace unas cuantas horas. En un partido para el olvido como todo el año 2013 para la Selección Mexicana, se perdió un importantísimo juego de Eliminatoria Mundialista ante un aguerrido pero limitado cuadro hondureño. Con goles de Jerry Bengtson y Carlo Costly, la oncena catracha le jugó la diablura a un inoperante equipo mexicano, que sólo se limitó a jugar quince minutos iniciales con medianía que sólo produjeron un gol de Oribe Peralta.

Faltando dos juegos para el final de la Eliminatoria, México se tambalea entre el pase directo que se ve lejano, un vergonzoso repechaje contra el ganador de la Confederación de Futbol de Oceanía y el quedar fuera del campeonato de Brasil 2014. Después de que Honduras terminara con el proceso de dos técnicos de CONCACAF, todo parece indicar que repitió la dosis ante el vulgar Pulgarcito verde, otrora indomable Gigante; los abucheos al finalizar el cotejo fueron contundentes, con la emoción y la chequera de la gente no se puede jugar.

Las redes sociales hierven como siempre, ante cuestiones de futbol sí sabemos jalar parejo; el #FueraChepo y el #ChepoVeteYa son trending topics en todo nuestro territorio de redes. Es imposible defender lo indefendible, el barco se hunde y el capitán agoniza; lejanos se ven los tiempos de bonanza y buen juego, hoy la Selección no juega a nada, no tiene ideas, no tiene arterias, no tiene argumentos para competirle a nadie. No se necesita tener los códigos escritos, se espera que José Manuel "Chepo" de la Torre se haga el seppuku en las próximas horas; al parecer no lo hará, hasta en el futbol el cinismo es el verdadero deporte nacional.

Desde el momento en que lo ratificaron, después el fracaso de la Copa Oro 2013, Chepo se encontró con el principio de su fin; poco se había hecho en la Eliminatoria, sendos y abúlicos empates en el Azteca, una sola victoria ante Panamá y varios empates para el bostezo. Sin convocatorias ni alineaciones fijas, con alineaciones caprichosas y experimentaciones, sin referentes de peso en la cancha, rodeados de divas y mercadotecnia, por no mencionar un ambiente hostil, los Ratoncitos Verdes reencarnaron una vez más y azotaron el prestigio alicaído. Hace daño la nostálgica añoranza de la aplanadora de antaño, los rivales han crecido y nos están invadiendo el terruño; el nuevo Gigante de la CONCACAF habla inglés con ligero acento alemán y su aciago terruño llamado Columbus puede ser el final trágico de la pesadilla.

No se trata de apologizar lo que simplemente no puede defenderse por sí mismo, pero debo decirlo para matizar la tormenta; el Chepo de la Torre no es el único culpable de la crisis del futbol mexicano a nivel de selección mayor. Estoy convencido de que el colapso va más allá de sus pésimas decisiones en la cancha, de sus pleitos de vestido, su tibieza y sus demonios internos; el gran problema es la cultura de nuestro futbol a todos los niveles: dirección deportiva, producción de talentos, regímenes de transferencias, promotores avaros, corrupción, comercialización excesiva, etcétera, etcétera, etcétera.

Se consiga o no el pase al Mundial, es necesario un golpe que aparentemente no se dará. Si las cabezas de los dirigentes de nuestro deporte más popular no se hacen a un lado, el Chepo habrá sido un suicidado más por el futbol mexicano que se pudre desde sus propias entrañas. Pero si aquellas personas perdieran su chamba hoy, no sería por el retroceso deportivo, sino por el dinero malgastado. Así de arruinados estamos...