enero 31, 2016

Berrinches de Novelista Novato #50: Breve improvisación sobre la vida moderna


Le echamos la culpa a las estrellas, nos quejamos del movimiento acelerado del calendario y de la fugacidad de un tiempo sin pausas. Nos topamos con la vida moderna sin más preámbulo que los sueños, sin más enseñanza que la obtenida entre errores y movimientos bruscos de timón. Vivimos el momento con la furia de una plaga sobre el planeta, creamos incendios, construimos ciudades, arrollamos el asfalto y la tierra a nuestro paso. Al final nos quedaremos heridos con un llanto sosegado por el ruido de nuestra soledad.

enero 14, 2016

In Memoriam: David Bowie (1947 - 2016)


Hace sesenta y nueve años un chico cayó en la Tierra como una estrella fugaz. Aterrizó en el lecho de una familia de Brixton, al sur de Londres; su padre fue un trabajador social, su madre mesera y acomodadora de cine. Creció en la Inglaterra gris de los años de posguerra siendo un niño prodigio que muy pronto conocería las pasiones que desarrollaría en su vida: el arte, el diseño y la música. También tenía vena de chico noviero y pendenciero; en una pelea de chicas con un amigo (el ilustrador George Underwood), recibió la lesión ocular que marcaría su estampa para siempre, la anisocoria que dilató su pupila izquierda y destiñó su iris. Un camaleón de pinta marciana había surgido en el Londres profundo; su destino estaba marcado, sería un héroe para toda la eternidad.

Aquel chico que transformaría a la cultura popular para siempre fue bautizado como David Robert Jones; hoy lo conocemos, admiramos y lloramos su muerte terrena con el nombre de David Bowie. Cuatro sílabas que son la tectónica de una época bendita, el sinónimo más sonoro de vanguardia pop; en sus numerosas facetas y reencarnaciones, fue algo más que una leyenda del rock británico, fue el ícono más heterogéneo de innovación y exploración artística que haya visto la cultura durante los últimos cincuenta años. Bowie fue un motor inmóvil de innovación, un creador de tendencias sin parangón; más allá de las modas y los calendarios, su nombre y su imagen cambiaban el juego con un solo golpe de timón, el presente y el futuro los hacía uno solo.

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