enero 10, 2015

Especial: Top 20 Albums de 2014 (Parte 1: #19 y 20)

Hace diez días terminó el 2014, el cual no fue espectacular en términos de música, pero que nos permitió disfrutar discos muy interesantes. A lo largo de estos días, este blog publicará sus tradicionales reseñas sobre los veinte albums que, en la noble opinión del capellán de este sitio, han marcado el giro del planeta. Sin más preámbulos y sin deseo de malgastar las palabras, comencemos con los primeros tres de la lista.

20) Lana del Rey - Ultraviolence

Dos años después del éxito comercial  de su álbum debut con Interscope, Born to Die (2012), la neoyorquina Lizzy Grant ha cimentado su impronta en la cultura pop norteamericana en facetas que van desde el modelaje hasta los cortometrajes cinematográficos. Después de reconsiderar su decisión de no volver a la música, Lana del Rey volvería al estudio con nuevos temas bajo el brazo; en enero comenzó a extenderse el rumor de que se había juntado con Dan Auerbach de los Black Keys para la elaboración de un segundo álbum. El resultado de esas sesiones se anunció el febrero y salió al mercado cuatro meses después.

Ultraviolence busca escapar de la pirotecnia comercial y de la incertidumbre crítica de su álbum anterior en favor de un trabajo denso y nostálgico. Auerbach otorga paredes de guitarras y teclados tejidos a la medida de la estética sesentera de Lana. Entre tonalidades a la Nancy Sinatra y sombrías interpretaciones que recuerdan a Mazzy Star con distorsión, el dramatismo de Grant, una voz de contralto herida, describe su iconografía de masoquismo y relaciones tormentosas hasta las últimas consecuencias. Crudo y depresivo, el disco cae en impasses de excesiva autoflagelación; sin embargo, la formula funciona en todo momento.

Hay que reconocer el esfuerzo y la visión de Lana del Rey para poner tierra de por medio entre su figura y la otras divas del pop. Este trabajo es ríspido al paladar, pero es el complemente perfecto para el discurso detrás del personaje que lo porta.

Escucha: "Cruel World", "Brooklyn Babe" y "Fucked My Way Up to the Top".


19) The Twilight Sad - Nobody Wants to Be Here and Nobody Wants to Leave

Cuarta producción de The Twilight Sad, banda de Glasgow compuesta por James Alexander Graham en la voz, Mark Devine en la batería y Andy MacFarlane en la guitarra y en la producción. Después de tiempos tensos, posibilidades de desintegración y un mal sabor de boca en el camino artístico del grupo, el trío decidió retomar viejos aires y recobrar tiempos perdidos. Cuando el grupo entró a los Estudios Castle of Doom, propiedad de Mogwai, el reto fue lograr conciliar sus raíces acústicas con el rumbo electrónico de su esfuerzo previo, No One Can Ever Know (2011).

La principal virtud de Nobody Wants to Be Here and Nobody Wants to Leave es el sonido cinemático y sombrío que transmite pemisismo en cada línea y en cada estructura. Entre la grisácea cortina de un sintetizador, como el color de la portada del álbum, se escuchan las pesadas guitarras de MacFarlane y la dramática voz de un vulnerable Graham. Nunca la hiel ha sido tan digerible, todos los tracks son disfrutables; se trata de un conjunto de canciones uniforme y muy depurado

Nobody Wants... es el mejor trabajo de la carrera de The Twilight Sad, una de las bandas escocesas más concisas de la actualidad. Un álbum que compila todo el aprendizaje del conjunto, todo su talento, toda su marchita belleza.

Escucha: "There's a Girl in the Corner", "I Could Give You All That You Don't Want" y "Sometimes I Wished I Could Sleep"

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