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| António Macedo (Porto, 1955) "Paixâo" Óleo sobre tela |
Había una lágrima en tus ojos
y "El día que me quieras" en la radio.
El silencio nos atrapó
con la tectónica de tu suspiro
agotado por la noche
ternura y fragilidad en un golpe.
Como cada día de los últimos meses de mi vida
me bebí el ámbar de tus ojos tristes con mi sonrisa.
Me dijiste alguna cosa con tu voz cantarina
entre los labios que los míos recogían
como el jugo de una ciruela
como un manantial de miel.
En tus manos pernoctaban aves blancas
sus alas renacieron entre las mías como alcatraces.
Emprendieron juntas el vuelo
se quisieron por un instante.
En un abrazo, nuestras plegarias se colmaron
nos dimos la vida entera en el calor de aquel abrazo
desfallecíamos por el cansancio desconocido
de habernos encontrado.
El fulgor de un cometa sin nombre
nos cubrió los cuerpos inquietos
y la luna, tan celosa
nunca fue más hermosa.
Juntos tú y yo descansamos al fin.
nuestro amor nos eclipsó el amanecer.
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