El multifacético talento de Beck Hansen es más que conocido en el mundo de la música popular norteamericana; doce álbums de estudio, cientas de colaboraciones y más de veinte años de carrera lo avalan como uno de los músicos más queridos e inquietos de la música alternativa mundial. En el interín entre su placa número doce y su último trabajo de estudio, Modern Guilt (2008), Beck se dio el tiempo de producir dos magníficos discos para Thurston Moore y Charlotte Gainsbourg, contribuyó soundtracks para vampiros de distintas denominaciones y colaboró con el minimalismo de Philip Glass.
Morning Phase es más que el regreso de Beck a los grandes escenarios de los grandes festivales, es un golpe de verdad sin pretensiones divinas en el mundo del pop (asestado en los Grammys pasados ante la mirada incrédula del soberbio Kanye West). Concebido en muchos sentidos a partir de una costilla de Sea Change (2002), la obra maestra de Beck; con ayuda de muchos de los músicos de aquellas sesiones, Hansen confecciona trece canciones melancólicas entre su muy particular estética country, los arreglos de cuerdas minimalistas, las guitarras sopesadas y los toques de dulzura que hacen de este esfuerzo un conjunto alegre y optimista. La mezcla sonora es prístina y la voz de Beck suena tan hermosa como siempre, un combo ganador.
Beck ha vuelto y está más vigente que nunca tanto en el gusto de sus seguidores más fieles como en los oídos del público amplio. Por lo pronto, suenan fuertes los rumores de que hay un álbum trece no muy lejos en el horizonte.
Future Islands es una banda de pop electrónico de Baltimore, compuesta por el cantante Samuel T. Herring, el guitarrista y bajista William Cashion y el tecladista y programador Gerrit Welmers. Después de tres álbums y nueve años de carrera en la escena underground norteamericana, la disquera 4AD los firmó a inicios de 2014 para la grabación de su nueva placa, la cual sería producida por Chris Coady, reconocido colaborador de Beach House, TV on the Radio y los Yeah Yeah Yeahs. El estreno del disco en marzo les permitió participar en los mejores programas de televisión y de disfrutar de la aclamación de críticos y neófitos.
Lo que hace sobresaliente a Singles es la inmediatez de sus canciones y del talento y frescura del talento que les dio forma; en Herring tenemos a un tremendo cantante cuyos trucos vocales y emocionales de barítono desgarrado (un atrevido remix entre Morrissey, Bryan Ferry, Henry Rollins y el Monstruo Come Galletas) dan la sensación de una cabalgata gutural entre líneas sólidas de bajo y oportunas secuencias de guitarras, sintetizadores y loops. Entre ritmos que circundan entre lo bailable y lo atmosférico, entre la expresividad y la introversión, Future Islands ha construido el álbum que los catapultará hacia la fama y la trascendencia.
Un indispensable de 2014, un disco lleno de emotividad para corazones desgarrados aún deseosos de bailar la danza de la vida en medio del dolor y la angustia.
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