Frederic Leighton (1830 - 1896) "Solitude" (ca. 1890) Óleo sobre tela, 183 x 91.5 cm Museo de Arte, Maryhill, Washington |
No hubo tornasoles dorados en este verano
ni resplandores blancos de un invierno voraz
sólo humo negro entre nuestro vacío vano
la distancia entre mis ojos y tu antifaz.
No hubo vida nueva después de primavera
templada y triste como mar tras el huracán
y el otoño fue eterno como la quimera
de una pesadilla sin la luz de tu verdad.
No hubo amaneceres ni flores silvestres
ni resplandores de lunas llenas eclipsadas
en las columnas celestiales de los cipreses.
Sólo hubo bruma oscura, prisión inerte
entre lágrimas de sal marina taciturna
violentas penetrando mi corazón hirviente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son muy importantes. Recuerda que los arcángeles siempre te escucharán. Déjame tus comentarios. Yo siempre contesto...