Caspar David Friedrich (1774 - 1840) "Paisaje en Invierno en el Monasterio de Eldena" (1808) Óleo sobre tela, fotografía del original destruido en 1931 |
No se ha posado la luz del sol en mis ojos desde hace muchos años, mis plegarias no se han hecho más fuertes con el frío de la nieve bajo mis pies. Sin embargo, sigo caminando en búsqueda de las ruinas de mis sueños perdidos, porque no he perdido la tonta esperanza de recuperar su viejo esplendor.
Como los monjes del viejo Caspar, busco epifanías entre las piedras cansadas de tiempos pasados. Busco luces y sombras entre la mortalidad de la materia, busco la belleza entre los rincones olvidados de ciudades que pudieron ser eternas. No conozco mi siguiente destino, tengo el mal hábito de olvidar los mapas entre los planes de viaje y los libros que no he leído.
Simplemente sigo caminando, pendiente de que mis pasos se marquen en mis rumbos que he recorrido para que otros viajantes los relaten cuando no me quede más condena que la muerte terrena. Si no llego a contar mis historias, al menos trataré de dejar recuerdos; señales entre los árboles, algún arco iris en la lluvia, luces de esperanza entre los abismos.
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