Durante la semana he tenido una inquietud relacionada al deporte, la cual no me he podido plantear por la carga académica del semestre, pero antes de que se me olvide, la vaciaré en este espacio.
Primero que nada, debo pedir un aplauso para el Canal 22 de Conaculta, que ha sido el único medio de comunicación masivo mexicano que se ha preocupado por transmitir, con gran calidad, detalle y sencillez explicativa, la acción de los Juegos Olímpicos de Invierno, los cuales se están llevando a cabo en la canadiense ciudad de Vancouver. Sé que en México muy pocos pueden patinar en hielo o deslizarse cuesta abajo en una montaña de nieve, pero eso no significa que debamos estar desentendidos del "otro" evento olímpico. El deporte es cultura, y esa premisa ha llevado a Canal 22 a transmitir los juegos, mientras que las dos grandes televisoras del país se mantuvieron al margen, prefiriendo enfocarse en el-futbol-nuestro-de-cada-día, siguiendo la tan triste línea del "pan y circo".
Los informo por si no sabían: Comenzaron el día 12 con el fuego olímpico encendido por Wayne Gretzky, el jugador de hockey más grande de la historia, y con la desagradable noticia de la muerte durante las prácticas de esa mañana del luger georgiano Nodar Kumaritashvili. (Cuyas imágenes del accidente y de su rictus mortem durante sus funerales me causaron un shock tremendo). Es impactante mencionar que el atleta había confesado a su padre que temía del curso que le dio muerte. Los miembros restantes de la delegación georgiana dedicaron sus actuaciones a su compañero.
Llama la atención la presencia de un muy interesante personaje que participa en estos juegos representando a nuestro país. Pocas personas, sobre todo de mi edad, habíamos escuchado el nombre de Hubertus von Hohenlohe, descendiente de familia real austriaca que por razones del destino nació en la Ciudad de México en 1959. Tiene una abuela mexicana, es empresario, fotógrafo y cantante, habla varios idiomas y vive en Liechtenstein. Este personaje fundó la Federación Mexicana de Ski en 1981 y ha participado en los JJ.OO. invernales de 1984, 1988, 1992 y 1994. Con 51 años, está en sus quintos juegos, participó ayer en el slalom gigante y volverá a competir el sábado 27 en el slalom. No esperemos medallas, simplemente reconozcamos su perseverancia y su amor al deporte.
Aunque he visto muy poco de la acción, ha sido bastante interesante ver estas pruebas tan poco familiares para nosotros, como las pruebas de ski alpino, de patinaje de velocidad, de salto, de patinaje artístico, el biatlón, el descenso y el snowboarding. Pero quizá lo que más me ha interesado es la competencia de hockey sobre hielo para varones.
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Canadá tiene en el hockey uno de sus principales patrimonios deportivos (si no es que el más importante), y este año, tras el fiasco de los juegos de Turín, debía hacer valer su jerarquía en casa con la que es quizá su nueva generación dorada. Sus rivales más serios son increíblemente poderosos: los siempre corajudos Estados Unidos y las grandes potencias europeas (su odiado rival, la omnipotente Rusia, el equilibrio todo terreno de Suecia, el poder ofensivo de Eslovaquia y la República Checa, y la poderosa defensa de Finlandia). A la fiesta también asistieron Suiza, Bielorrusia, Noruega, Letonia y Alemania. Los mejores jugadores profesionales de las mejores ligas del mundo (la NHL, la Kontinental rusa, la Elitserien sueca y otras) defendiendo los colores de sus países en épicos agarrones caracterizados por su enorme dinámica ofensiva y juego físico. Quizá la última chance de poder ver tal calidad de hombres, esto al menos hasta que se haga el nuevo contrato colectivo de trabajo en la NHL.
Por ponerles un ejemplo, el domingo tuve la oportunidad de ver completo el Rusia - República Checa por la televisión. No se han pasado todos los partidos, como es natural, sólo los más importantes, y vaya que éste lo era.
El resultado fue un 4-2 a favor de los rusos, con un juegazo del centro Evgeni Malkin, anotador de dos de los goles, partícipe con la asistencia de uno, y que estuvo en donde era necesario en el momento preciso con el último toque o con la atracción defensiva que permitiera a sus compañeros crear ataque. El ala izquierda Alexander Ovechkin (hoy en día el mejor jugador de hockey sobre la tierra) tuvo dos asistencias, impuso el juego físico en la mitad de la pista y encendió la definición con un poderoso golpe sobre la veterana superestrella checa Jaromír Jagr, el cual derivó en el 3-1 parcial. La seguridad y la capacidad de cubrir tanto el rol de defensa como de ataque de defensas como Sergei Gonchar, Andrei Markov y Fedor Tyutin es determinante para el poderío ruso. El guardameta Evgeni Nabokov se vio sólido, aunque no espectacular ni exigido, ya que soportó el enorme ataque checo con sobriedad, sobre todo en el último tercio del juego. También destacaron sus cuerpos de equipos especiales, que frustraron 5 de 6 intentos de jugada de poder (superioridad numérica) de sus rivales.
La selección checa no jugó nada mal, ya que en gran parte del juego se mantuvo encima del rival. Consiguieron muchos disparos a puerta en la jugada de poder, pero no contaron con la suerte de sus juegos anteriores contra Eslovaquia y Letonia. Es una verdadera delicia ver jugar al defensa Tomás Kaberle en ataque, ya que nadie en el deporte tiene tal capacidad para pasar el puck en el terreno contrario durante la jugada de poder, sobre todo en la formación de sombrilla. Jagr, ala derecha, ya no es el mismo chico que llegara a los Pittsburgh Penguins a inicios de los 90's, y que dominara el hockey mundial por tres lustros con grandes fintas a puck controlado y disparos increíbles, pero muchos deportistas de muchos deportes quisieran tener a sus 37 años ese apetito anotador tan depurado y esa técnica tan precisa y ágil. El defensa Marek Zidlicky viene en claro ascenso, ya que ha encontrado por fin el equilibrio entre ofensiva y defensiva, su esfuerzo en la asistencia del 3-2 parcial fue un ejemplo de su cada vez más decidida forma de atacar en los momentos críticos del juego.
Han sido muy buenos juegos olímpicos para el hockey varonil, ya que los juegos han tenido el nivel esperado. Figuras como los porteros Henrik Lundqvist, Jaroslav Halak, Tomás Vokoun y Ryan Miller han brillado en grande. Los jugadores de campo destacados también han sido demasiados: los atacantes canadienses Sidney Crosby (el ungido para ser el mejor jugador de su generación), Jonathan Toews (mi jugador favorito junto con Malkin), Jarone Iginla, Erik Staal y Dany Heatley son simplemente espectaculares por sí solos. El defensa americano Brian Rafalski ha sido la gran sorpresa del torneo por sus oportunos momentos de genialidad. Hace rato que el centro del equipo sueco y de los Washington Capitals Nicklas Bäckström viene siendo el jugador más encendido de la NHL. Muchas estrellas aún pueden brillar más, pero aún queda una semana de torneo.
Hoy miércoles 24 se juegan cuartos de final: Estados Unidos debe hacer ver su suerte a los agrandados suizos. El gran clásico del hockey internacional entre Rusia y Canadá se antojaba más para una final, por lo que hay pronóstico reservado, y la eliminación de uno u otro será más que dolorosa para el espectáculo. Otro gran duelo sin favorito se dará entre Finlandia y la República Checa, en donde veremos si se impone el ataque checo o la muralla defensiva finesa. Finalmente, Suecia tendrá un duelo muy incómodo contra la siempre complicada selección de Eslovaquia.
El viernes 26 se jugarán las semifinales, el sábado 27 se realizará el partido por la medalla de bronce y el domingo 28, último día de actividad de los juegos, se realizará la gran final que definirá al campeón olímpico. Me relamo los bigotes por ver este partido, que seguro será el mejor choque del año en este deporte.
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Aquí una muestra de lo que nos hemos estado perdiendo de deporte por la falta de visión de las televisoras mexicanas que más público aglutinan. La falta de público asiduo ha motivado que se descarte de la programación el deporte olímpico invernal, y con ello, muchos minutos de contenidos innovadores que lleven a las personas a conocer otra forma de ver el mundo, de competir y de soñar.
Reitero mi aplauso al canal 22 de Conaculta por tener el tacto de ver al deporte como parte integral de nuestra cultura.
*Crédito Fotográfico: Nuccio DiNuzzo / The Chicago Tribune / MCT
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