septiembre 13, 2015

Berrinches de Novelista Novato #49: Con el corazón de pasaporte

Ilustración de Léonard Combier

Hace dos martes hablaba sobre la pérdida en mi psicoanálisis, sobre el temor a perder de vista a la gente con la que convivo en estos momentos. Pienso en las personas a las que he perdido en mi camino, en aquellos viejos amigos que siguieron rumbos paralelos y hoy son letra borrosa en el libro de mis historias, recuerdos que creí imborrables y que han comenzado a fugarse de mí.

Vivo en el temor constante de perder la memoria y de no ser lo suficientemente agradecido con lo que tengo, no recordar a la gente que me ha tendido la mano cuando lo he necesitado y con la que he disfrutado aquellos pequeños momentos que le dan sentido a mi existencia. Si fuera necesario, tendría que anotar los favores que he recibido, las oportunidades, las alegrías, incluso las críticas constructivas.

Berrinches de Novelista Novato #48: Notas de viaje desde hoteles de paso

Pensé en un guiño a Wong Kar-Wai...

La soledad de una habitación de hotel, tras las sábanas limpias y el aroma a desinfectante barato, es la más desalentadora de todas las soledades, pero hay algo detrás de las consolas sin cajones, los armarios sin puertas y el calor extraviado de la hora anterior que hace de un hotel de paso el semillero más profundo de la literatura del desencanto. Soledad sobre soledad, misantropía disfrazada de pasajera calentura genital, gemidos penetrando paredes y motores de jacuzzis cimbrando los techos; no hay nada de torres ni villas de marfil, todo es tablaroca y alfombras sucias.