julio 28, 2014

Recuerdo Borroso #10: La obra maestra más desafortunada de la historia del arte

Vista de la sala de Charles Le Brun en el Louvre
(Foto del autor, Junio de 2008)

Han pasado seis años desde la primera vez que estuve en la hermosa ciudad de París. Aquel viaje significó mucho en mi vida; estuve lejos de casa por diez días enfrentándome a una urbe cuyos códigos y lenguaje desconocía, pero cuyos encantos se me ofrecieron con la misma convicción que a los cientos de visitantes que recibe todos los días.

En París fui estafado por gitanos, fui multado por perder el boleto del Metro, bebí como poseído, vi el inicio de la Eurocopa 2008 y caminé como nunca había caminado pese a un dolor en el tobillo derecho; sin embargo, recorrer desde La Defense hasta Père-Lachaise, desde Saint-Denis hasta Montparnasse, pasando por Montmartre y el Quartier Latin es una experiencia que siempre atesoraré.

*****

Leonardo da Vinci (1452 - 1519)
"La Gioconda" (ca. 1505)
Óleo sobre tabla, 77 x 53 cm
Museo del Louvre, París
Hace una semana en la oficina, una de mis compañeras preguntó a aire si conocíamos "La Mona Lisa". Los dos historiadores del arte que estábamos presentes confirmamos que habíamos estado al menos una vez en las salas de maestros italianos del Museo de Louvre para conocer la sonrisa más enigmática, el retrato más famoso y parodiado de toda la historia del arte.

De inmediato puse a trabajar mis recuerdos. Fui al Louvre al día siguiente de mi llegada a la Ciudad Luz; mi papá me había alquilado una habitación en lo alto de una mansarda de un hotel cercano a la Avenida Montmartre, en el IX Distrito. El Metro me quedaba cerca, incluso puedo presumir que llegué en tren desde el Aeropuerto Charles de Gaulle hasta Gare du Nord, donde tomé el subterráneo hasta mi hotel.

Mi primer día se lo di al Louvre, lo había decidido desde el momento en que me subí al avión; fue un martes de all day en el que me pasé todo el día visitando sus infinitas salas buscando aquellas obras que sólo conocía por los libros: el Escribano egipcio, los retratos de Mme. Vigeé, los lienzos de Caravaggio, aquella Magdalena atribuida a Erhart, la Res Desollada de Rembrandt, la Hilandera de Vermeer, los grandes lienzos históricos del Neoclasicismo y el Romanticismo francés, la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia, el Beso de Canova, la lista es infinita.

Por supuesto, tratar de ignorar a la Gioconda es inútil y un pecado de omisión imperdonable. No hay que menospreciar la belleza de esta pintura por los avatares de su fama. Los hechos ocurridos a inicios del siglo XX fueron los que detonaron su fama: su escandaloso robo en 1911, el comienzo de su reproducción en los medios de comunicación, la reinterpretación de Marcel Duchamp, su empleo a lo largo de la centuria por los artistas más importantes; también debemos hablar de los ataques en su contra, sus contadísimas salidas del Louvre y su status actual como pieza invaluable.

La sección de Grandes Maestros Italianos del Louvre es de hecho demasiado hermosa para ser indiferentes a sus tesoros; en medio de un amplio salón central se levanta una pared falsa de media altura donde una tabla de 70 x 50 centímetros se asoma sonriente tras un cristal a prueba de balas. Un cordón de seguridad rodea a la Mona Lisa, tras la cual cientos de turistas de todo el mundo esperan su turno para retratarse frente a ella. Un trío de chicas japonesas hacen gestos frente a una cámara, otros europeos más discretos posan con sus sonrisas pequeñas ad hoc. Un niño hace preguntas a su padre en inglés mientras que una pareja de jóvenes estudiantes chilenos trata de platicar en voz baja.

*****

Paolo Veronese (1528 - 1588)
"Las Bodas de Caná" (1562-63)
Óleo sobre tela, 666 x 990 cm
Museo del Louvre, París

Justo a las espaldas de los curiosos que se amontonan como abejas en el panal frente a la inquilina más sonriente del Louvre se encuentra, con toda su titánica presencia, uno de los lienzos más trascendentales del colorismo veneciano, Las Bodas de Caná de Paolo Veronese, cuyos casi siete por diez metros de superficie la hacen una obra que, en condiciones menos pobladas, llamaría cualquier atención de inmediato. No sólo es la obra de arte más grande del museo parisino, es una de las de mayores peripecias vividas, igual de curiosas que las de su vecina de enfrente.

Paolo Veronese fue, junto con Tiziano y Tintoretto, uno de los pintores venecianos más famosos del Renacimiento. "Las Bodas de Caná" fue un magno encargo realizado por el monasterio benedictino de San Giorgio Maggiore en Venecia; en 1797, los ejércitos de Napoleón extrajeron el lienzo y lo llevaron al Louvre, lugar del que sólo salió para ser ocultado de la rapiña nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy día, su tamaño y su antigüedad han evitado que las negociaciones entre Italia y Francia para su regreso a Venecia prosperen.

Después de haber sido desmontada, cortada, enrollada y transportada; después de una masiva restauración y de más de 200 años de habitar en el Louvre, pareciera que esta gran obra seguirá siendo, desde el punto de vista museográfico, la obra de arte con peor fortuna de toda la historia del arte. Sigo pensando con gran tristeza que, al día de hoy, pocas cosas son más majestuosas que ese lienzo, uno de los más completos y lujosos hechos jamás.

Sin embargo, mi pieza favorita fue ésta, el Escribano egipcio
(Foto del Autor, Junio de 2008)

julio 27, 2014

LOVEDe-Efe #2: Del amor y el odio al Metro y demás transporte público


Cada día estoy más convencido que la gran solución a muchos de los problemas de la Ciudad de México radica en usar menos el automóvil; sin embargo, la configuración urbanística de la capital nos invita a verlo como una utopía. Somos demasiados en un pedazo de tierra tan pequeño, todos tenemos la necesidad de movernos y a veces demasiados vamos hacia los mismos lugares por las mismas rutas. Muchos creemos que sólo con el coche particular podemos llegar a cualquier parte; muy pocos saben con certeza que si alguien se lo propone, puede llegar a cualquier sitio.

Es por eso que me gusta padecer las peripecias y las variopintas suertes del transporte público. En el Metro, en el Metrobús, en los trolebuses, en los micros y en las combis podemos tener una perspectiva de refilón, casi inmediata, de los pulsos de una ciudad en constante convulsión. Imágenes de extrañas poéticas, conversaciones triviales, clases sociales enconadas, gestos de alegría, encuentro de injusticias, crisol de pluralidad, razones para luchar por una ciudad y un país lleno de promesas por cumplir. Todos los días, la metrópoli del Quinto Sol reta a su propia eternidad. Nos movemos inexorablemente y avanzamos en nuestra lucha por sobrevivir.

*****

julio 20, 2014

Futbologías #12: Quince frases de Marcelo Bielsa para la vida

BONUS QUOTE: "Tengo la antipática necesidad de ser sincero".

Se acabó el Mundial de Brasil 2014 y, como dice el aforismo de Gary Lineker, lo ganó Alemania; después de grandes partidos donde abundaron las grandes actuaciones individuales, equipos aguerridos y mucha polémica en todos los niveles, comienza la espera de cuatro años para Rusia 2018. Ya se nos debería de estar pasando la cruda; comienzan los torneos y vuelve a rodar el balón.

Después de la derrota de la Selección Mexicana contra Holanda (#NoEraPenal) y de la eliminación de Colombia, mi "Plan B", tuve que refugiarme en la filosofía de un favorito de este espacio: el profesor Marcelo Bielsa, uno de los pensadores del futbol más trascendentes de nuestros tiempos. Aquí reproduzco algunas de las frases que podemos aplicar en nuestra vida diaria; muchas de estas frases hacen referencia a otras personas, pero en sus labios ninguna tiene desperdicio.

julio 19, 2014

Dolor de Cabeza

William-Adolphe Bouguereau (1825 - 1905)
"El Remordimiento de Orestes" (1862)
Óleo sobre tela, 227 x 278 cm
Museo de Arte Chrysler, Norfolk

No había sangrados ni mareos
ni bayonetas cruzándome el cuello
ni taladros, ni cristales, ni lamentos.

Sólo hubo chispas propagándose en mis sienes
un grito cavernario en el fondo de mi frente.

Se esfumaron las montañas entre los cielos
mis dientes chillaban como cencerros
como el ring ring de los teléfonos.

El silencio era distante
como el eco de un secreto.

julio 12, 2014

Microrrelato #14: Concrete Love

Constantin Brancusi (1876 - 1957)
"El Beso" (1907-08)
Escultura en yeso, 27.9 x 26 x 21.6 cm

I've always thought falling in love was something concrete.

Hard as concrete.

julio 05, 2014

Berrinches de Novelista Novato #37: ¿Por qué marchamos?

Una buena marcha: la Anti-EPN de 2012 (Cuartoscuro)

Para CMA y FBA

Hoy desperté más temprano de lo normal; el De-Efe estaba amenazado por un bloqueo masivo de carreteras y avenidas que paralizaría la ciudad en protesta por las modificaciones del Hoy No Circula que implantaría el gobierno de Miguel Ángel Mancera. Llegué temprano a casa y me dormí a buena hora; desperté a las 6:30 y me moví hacia el trabajo esperando llegar a tiempo con esfuerzos; tremenda decepción, una llamarada de petate, todo era normal.

Llegué una hora antes a la oficina y traté de dormir la hora sacrificada sobre el escritorio; nadie llegó tarde, aquel caos no fue ni la sombra de lo prometido. Viendo a mis compañeros conversar sobre el tema, me puse a escribir; la gran mayoría de estas ideas se las debo a ellos.

*****

julio 01, 2014

Microrrelato #13: Sabor a sal y esperanza

Pablo Ruíz Picasso (1881 - 1973)
"Nu Bleu" (ca. 1902)
Óleo sobre tela
Colección Privada

Preparé mi mejor cara de malicia para observar tu desnudez sonrojar los azulados espacios de mi habitación.

Recosté mis andrajos admirado por la gravedad perfecta de tu piel de ciruela levantándose de entre el silencio de las sábanas blancas y el bostezo de una noche madura.

Tu mirada no era mía, había estrellas en la ventana, había una luna que menguaba. Quise trazarte la silueta de la espalda, pero el instante cálido de tu carne se escapaba.

Despertamos juntos con el amanecer limpiando nuestras almas.

El beso sobre tu hombro me supo a sal y esperanza.