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Darko Vukic (mediotiempo.com) |
Hace una semana, mi amado Club Deportivo Toluca cumplió 96 años de existencia; celebramos entre miel y hiel, un paso titubeante en el torneo local, una victoria gloriosa en la Bombonera de Buenos Aires ante Boca Juniors y un doloroso descalabro ante el Nacional de Montevideo de la mano de dos viejos conocidos, Vicente Sánchez e Iván Alonso. Después del subcampeonato del año pasado, el equipo ha tenido momentos muy malos, pero aún hay mucho camino por recorrer.
Pero no estoy aquí para hablar de la situación actual del equipo, quiero más bien regocijarme, como buen rapsoda y testigo, en las glorias del pasado, el aliciente más bello que puede existir para seguir adelante en los malos momentos. Todos los aficionados del Toluca de mi generación tenemos presente aquel equipo que fue leyenda a finales de los años noventas, el famoso y demoledor cuadro de Pepe Cardozo y compañía; aquella época dorada en la que los Diablos, dirigidos por el Profe Enrique Meza, cautivó al futbol mexicano y se convirtió en paradigma de juego ofensivo y espectacular. Con jugadores como José Manuel Abundis, Enrique Alfaro, Carlos María Morales, Hernán Cristante, Víctor Ruíz, Fabián Estay, Antonio Taboada y tantos más, se cimentó de nueva cuenta la importancia del Deportivo en el concierto del balompié azteca.