noviembre 11, 2014

Ayotzinapa: Indignarse ya no es suficiente...

Que ser maestro rural no se castigue con la muerte... (Cuartoscuro)

Pareciera que México, el país más hermoso porque es el mío, se ha convertido en un mal sueño del que no logramos despertar. El pasado viernes, el gobierno confirmó lo que ya sospechaba en el fondo de mis entrañas, lo que nadie había querido escuchar después de semanas de búsqueda. Sin embargo, no deja de haber sospechas, no deja de haber cabos sueltos detrás de dicha declaración, todo parece ser nuevamente un gran montaje; no se puede ocultar una verdad que implora a gritos ser mencionada con todas sus letras y detalles. Lo que se ha dicho como conclusión oficial huele a oropeles y artificios, huele a viejas artimañas del viejo PRI.

Se ha dicho que los 43 normalistas han muerto. Se dijo que los habían desollado y asesinado, que sus cuerpos habían sido incinerados. Se declaró que las cenizas habían sido puestas en costales y tiradas a un río como bultos de cualquier cosa. No habría más jóvenes combativos contra las injusticias, no habría sueños que germinen en las aulas como granos y flores, aquellas chispas que iluminaban la oscuridad de la barbarie se habrían extinguido para siempre. ¿En qué momento de nuestra historia ser maestro rural pasó de ser un trabajo digno y honrado a ser sinónimo de portar una letra escarlata? ¿A quién estorbaban estos jóvenes inconformes? ¿Dónde debemos a comenzar la lectura de estos crímenes?

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Encendamos nuestros corazones, no nuestras libertades. (Cuartoscuro)

El sábado por la noche fue de protestas. Mientras las ciudades se levantaban con sus gentes buenas pidiendo justicia, un grupo de rufianes causó destrozos sobre el portón del Palacio Nacional. Los alfileres del montaje brillaron ante mis ojos y los de muchos; hubo los que justificaron lo imperdonable, los que invocaron Bastillas tomadas, apropiaciones del poder y demás revoluciones. Discúlpenme compañeros teóricos de sillón, pero estas acciones sólo fueron vil y alevosa violencia. Las detenciones arbitrarias de la policía en el Centro Histórico son otro tema complicado que debe tener prontas explicaciones.

Mientras tanto, en la China de Mao, Peña Nieto se metió de gira con su séquito de megalomanías imperiales y frívolas. En el país donde nada pasa es más importante viajar que atender la carnicería que azota al país. Como dijo Javier Sicilia, el poeta al que la sangre derramada del hijo le arrancó la poesía de las palabras, "no se puede administrar el infierno", pero no por ello se le puede dejar arder libre. Ya se han sacado múltiples tajadas partidistas de la infamia, el huevo de Colón se ha pasado por todos los niveles de gobierno y por todos los partidos políticos; a muchos ya les explotó el globo en la cara, a otros les podría significar un botín para 2015. En nuestra asquerosa vida política nacional, cualquier tragedia es riqueza de tuertos y tullidos.

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Escuchar a Murillo Karam es de antemano un bostezo... (Notimex)

En México nadie sabe para quién trabaja, o al menos eso nos hizo entender el procurador Jesús Murillo Karam, quien en vez de dar al público los datos y verdades que esperaba, paseó su cinismo chismeándole al periodismo especulaciones surgidas de declaraciones seudojudiciales escamoteadas. Quizás lo único coherente que en esa conferencia de prensa se dijo fue que el líder de la justicia de nuestro país estaba demasiado cansado para ver todo el panorama dantesco que se presenta frente a él; Murillo Karam se acobardó ante las preguntas incómodas, evadió los cuestionamientos con respuestas prefabricadas.

Está claro que el crimen organizado y muchos gobiernos locales jalan agua para el mismo molino; las alianzas entre caciques del narcotráfico y grupos paramilitares han dado lugar a una modalidad de violencia institucional, fomentada y ejecutada por las instituciones del Estado. De ahí que entre muchas personas que viven con temor no sepan diferenciar entre los chicos buenos y los malos, entre quien defiende el contrato social y quien lo pervierte para intereses ajenos al bien común; ¿A quién hubiera neutralizado el Ejército si hubiese intervenido en el asunto de los normalistas? Cualquier respuesta podría ser correcta; cualquier respuesta tendría tintes perversos.

Como siempre, los culpables no pagarán su responsabilidad y el crimen flagrante permanecerá impune; ni siquiera la cacería de brujas queda exenta de guiones televisivos; un gobernador y un presidente municipal pagarán los platos de ocho años de asesinatos y desaparecidos. El legado de Genaro García Luna acumuló un capítulo más con la detención de los Abarca, la pareja gobernante de Iguala, responsable visible de la muerte de los jóvenes normalistas. El folclórico matrimonio fue detenido en Iztapalapa, bastión del alicaído y manchado PRD, partido que los impulsó al poder en 2012. Se les hizo un montaje estilo Cassez con guión y cámara húngara para agregar sensacionalismo al expediente. Todo pasó en horarios estelares; los señalados fueron dos estrellas más del Canal 2. La escena fue un refrito infame como novela del 13, un remedo de Bonnie & Clyde.

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Un fuerte reclamo con paz en la voz... (Guillermo Sologuren / La Jornada)

Podría continuar enumerando agravantes de un genocidio rapaz, de un huracán de sangre, de miles de tumbas sin nombre. No puedo, sería seguir despedazando el cadáver de nuestras instituciones gangrenadas. El pacto entre pueblo y Estado está más fracturado que nunca; desafortunadamente, como en los regímenes más autoritarios, nada logra imponerse por encima del poder enajenado del Estado. Lo único cierto es que la violencia es la peor de las opciones, sin embargo, todo está puesto desde hace muchísimos años para un golpe de estado de tremendas proporciones; afortunadamente, nadie ha encendido la mecha.

Por lo pronto, no me gustaría pensar que Ayotzinapa pase, junto a Casino Royale, Guardería ABC, San Salvador Atenco, Chenalhó, Aguas Blancas, Ciudad Juárez, Jueves de Corpus y Tlatelolco, al panteón impenetrable de la impunidad nacional. Si medio millón de muertos no pueden descansar en paz, es porque el número va en aumento y no se ve el día en que deje de crecer. Hay demasiadas razones para no olvidar, para mantener estas pérdidas humanas en nuestra memoria; para que el país pueda salir de esta época oscura, para que recordemos el valor de soñar con un país mejor.

Hay que decirlo directo, todo esto depende de nosotros...

2 comentarios:

  1. Con todo esto terrible que pasa y sigue me parece (cada vez más) que vivimos en el "Cambalache" que escribió Discépolo. Tan triste.
    Te leo y te sigo.

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    1. Discépolo tenía tanta razón. El mundo es una porquería... Gracias por leer Ibeth...

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