Las travesuras de un ídolo de la gente... |
El pasado sábado, cumplió medio siglo de vida Diego Armando Maradona, considerado uno de los grandes futbolistas de la historia de este deporte. Un chico nacido en una paupérrima casa al sur de Buenos Aires y que cambió para siempre nuestra percepción del Bello Deporte nació el 30 de octubre de 1960 en el pequeño barrio de Lanús, en la provincia de Buenos Aires.
Entender la grandeza del fútbol de Maradona sólo es posible al concebirlo como un juego de niños, como la inocencia más pura del deporte, como puro acto de amor hacia la pelota. Trato cariñoso, zurda precisa, creatividad magnífica, talento y espectacularidad al límite. Poniendo en un pedestal aparte al espectacular visionario del balón, O Rei Pelé, y a diferencia de los grandes obreros de épocas anteriores como der Kaiser Franz Beckenbauer y el pitagórico del Futbol Total Johan Cruyff, Maradona le dio al fútbol verdaderos atributos lúdicos, e influyó a las generaciones siguentes de maestros: Zinedine Zidane es otra etapa de esa evolución del futbol hacia la espectacularidad individual y Lionel Messi es su sucesor natural.
El Cebollita, el Pelusa, nacido profesionalmente en La Paternal, consagrado en el barrio de la Boca, llegado a Barcelona donde enfermó de hepatitis, vio su carrera en peligro por una severa lesión y tuvo problemas con la autoridad. En Nápoles, su juego llegó a su más absoluta plenitud, pero su vida cayó en las garras de las drogas. Pese a los intentos de regreso, su retiro fue forzado en el Boca de sus amores. Un muy difundido partido de homenaje pocos años después y la idolatría de una nación conocida por sus fervorosas idolatrías seculares, donde Carlos Gardel y Eva Perón completan la triada, son ejemplos de su alcance social.
Maradona, también el 10 de la albiceleste, el D10S del futbol, campeón juvenil en 1977, el héroe de México 86. Goles memorables y pases imposibles fueron regados en canchas mexicanas. Un gol con la mano y la mejor jugada de la historia del juego terminada en gol por un solo hombre en los cuartos de final contra los ingleses quedaron para la larga historia del Estadio Azteca, y significaron para muchos coterraneos una dulce venganza a lo ocurrido en la Guerra de las Malvinas, conflicto promovido por la dictadura militar de su país cinco años antes. Los albicelestes lograron coronarse como campeones ante una recia selección de Alemania Federal, la cual cobraría su venganza cuatro años después en Italia. En Estados Unidos 94, la recaída de las drogas cortó sus alas y las de una generación de jugadores que colgaban de sus brazos.
Su figura siempre ha sido polémica, como técnico su experiencia no fue la mejor. Adorado y detestado, sus fanáticos le atribuyen cualidades divinas y le han montado un credo y una iglesia, sus detractores hablan de su infladísimo ego y jamás le perdonarán la mancha de la cocaína en su carrera. Sin embargo, las acciones del "Diego de la Gente", algo así como un equivalente futbolístico del populismo político, en el rectángulo verde son los mejores vestigios de su legado futbolístico.
El cual, como lo dije, se debe de entender como la inocencia del niño que toca por vez primera un balón con sus pies...
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