Futura pareja presidencial: EPN y Angélica Rivera (Notimex) |
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí.
Augusto Monterroso, "El Dinosaurio
"Quizá la única lección que nos enseña la historia es que los seres humanos no aprendemos nada de las lecciones de la historia"
Aldous Huxley
La ciudad de Atlacomulco, ubicada al noroeste del Estado de México, posee apenas ochenta mil habitantes, pero ha dado a su entidad seis gobernadores. Todo comenzó con la profecía de una vidente del pueblo, que rezaba de la siguiente manera: "Seis gobernadores saldrán de esta tierra, y uno de ellos será presidente de México". Cinco atlacomulquenses intentaron llegar a Los Pinos con escala en Toluca sin éxito: Isidro Fabela, Alfredo del Mazo Vélez, Salvador Sánchez Colín, Alfredo del Mazo González y Arturo Montiel. El día de ayer, día de elecciones federales, el sexto lo logró: Enrique Peña Nieto.
Y digo "lo logró" pensando en todos los sostenidos y bemoles que hubo en su marcha triunfal, compuesta en gran parte por la propaganda televisiva, por el eterno factor del "voto duro" del partido y por la enorme y truculenta maquinaria electoral que el Tricolor reforzó gracias a las fallas de los gobiernos del PAN; pese a la ilegalidad: a los acarreos, a las despensas, a los apoyos, a los brotes violentos, a las intimidaciones y demás irregularidades, el PRI regresará a gobernar por los siguientes seis años, con la mayoría de las gobernaturas a su lado y con elementos para poder maniobrar en el Congreso.
Como segundo lugar, quedó Andrés Manuel López Obrador, al cual le di mi voto pese a ser un candidato imperfecto, con muchas propuestas utópicas y con tendencia a polarizar a propios y extraños, pero demasiado sincero y con un grupo de personajes brillantísimos detrás. Las razones por las cuales confié en las izquierdas son las mismas que las que muchos indecisos tuvieron: la ineptitud y la corrupción de los gobiernos panistas, el hartazgo ante la violencia y la desigualdad social y el hecho de querer una alternativa que, si bien podía y debía ser mejor, era la más necesaria; el hecho de vivir en la Ciudad de México, el oasis por excelencia de la izquierda mexicana, ayer más consolidado que nunca en 15 años, también fue factor. Muchos temen que AMLO se vuelva a volver loco como en 2006, lo que yo percibo es que buscará las alternativas legales en relación a las irregularidades del proceso.
En el tercer frente, la gris candidata panista Josefina Vázquez Mota pagó, como muchos los previeron, el precio de 12 años de vicios de los gobiernos de su partido, reflejado en la decepción de un electorado que castigó a esta entidad política con su no-voto. Fue interesante que fue la primera en declarar su derrota, como lo hizo el candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, cuyo trabajo fue cumplido con mantener el registro del partido. Aunque los tres candidatos derrotados habían planteado de gran forma sus propuestas en el debate del movimiento #YoSoy132, al cual no fue Peña Nieto, no les alcanzó para poder repuntar la elección. Creo que lo que queda para estos partidos es la resistencia como una oposición crítica y responsable, capaz de informar y de vigilar que los logros que se tienen no se pierdan entre las aristas más autoritarias del priísmo. Ojalá que la "dictadura perfecta", como Mario Vargas Llosa la llamó en 1990, no logre reinstalarse en los próximos seis años, y con ella todas las consecuencias de sus épocas más decadentes.
Se eligieron también a seis gobernadores para seis estados. El PRI y su aliado, el PVEM se llevaron Chiapas, Jalisco y Yucatán; los partidos de la coalición PRD-PT-MC se llevaron Tabasco y Morelos, mientras el PAN logró sostener para sí a su amado Guanajuato. Mientras AMLO impugna la elección, esperemos a ver si esto se hace oficial; la vida continúa.
Y los de Le Monde, lo saben, lo saben... |
Esperemos.
ResponderEliminarDespués a exigir nuestros derechos y cumplir obligaciones.
Bien dicho estimado Vagabundo... A esperar y a hacer nuestra parte...
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