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Zinaida Serebriakova (1884 - 1967) "Desnudo Reclinado" (1929) Pastel y carboncillo sobre papel Colección Privada |
Ella es como las cuatro estaciones en un instante: una fresca primavera como una rosa blanca bañada de rocío al amanecer, como un verano cálido, sonriente y lleno de verdor; su cabello es el viento suave de un otoño melancólico y sus ojos un invierno hechizante y sereno. Ella es un fantasma que ha estado alrededor de mi vida durante estos años tan llenos de color, forma y alegría, y aún su distancia afecta mis pensamientos de vez en cuando.
Hace unos días, ella resurgió en mis labios por necesidades meramente didácticas; las historias personales pueden determinar los rumbos de cualquier vida, pero siempre corremos el riesgo de engancharnos con ellas, y en esa materia soy todo un experto. No quería tocar el tema, pero era tanta la inquietud que tuve que tomar la salida fácil conociendo que era un error; a veces la vida necesita que recuerdes las cosas menos importantes, las que a base de necedad te motivan a vivir.
Pensé en la Malèna de Giuseppe Tornatore, pero yo del joven Renato tengo sólo el espíritu infantil; sin duda alguna, las mujeres que nunca olvidas como hombre son aquellas que no lo piden, y sin duda ella es una de ellas. Me queda claro que la convivencia y el hecho de que fue relativamente cercana por un periodo largo de tiempo es algo que influye mucho, pero en el camino de mi vida pública y privada han quedado tantas personas que aún no sé si ella volverá frente a mis ojos tristes otra vez.
Hace unos días, ella resurgió en mis labios por necesidades meramente didácticas; las historias personales pueden determinar los rumbos de cualquier vida, pero siempre corremos el riesgo de engancharnos con ellas, y en esa materia soy todo un experto. No quería tocar el tema, pero era tanta la inquietud que tuve que tomar la salida fácil conociendo que era un error; a veces la vida necesita que recuerdes las cosas menos importantes, las que a base de necedad te motivan a vivir.
Pensé en la Malèna de Giuseppe Tornatore, pero yo del joven Renato tengo sólo el espíritu infantil; sin duda alguna, las mujeres que nunca olvidas como hombre son aquellas que no lo piden, y sin duda ella es una de ellas. Me queda claro que la convivencia y el hecho de que fue relativamente cercana por un periodo largo de tiempo es algo que influye mucho, pero en el camino de mi vida pública y privada han quedado tantas personas que aún no sé si ella volverá frente a mis ojos tristes otra vez.
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