Algunas veces desearía teclear en Google el nombre de las personas que extraño para saber cómo están, qué es de su vida, qué es lo que están sintiendo y pensando (y saber vía un GPS en qué lugar del mundo quedaron). También desearía poder echarle un vistazo a sus pensamientos y a sus sueños desde la lejanía, incluso he llegado a pensar en fingir mi muerte para saber con cuanta gente cuento y saber de qué tamaño es mi pequeño universo.
Hoy en día las personas a mi alrededor, amigos y conocidos, íntimos y no tanto, se han vuelto más importantes que en otros momentos de mi existencia. Me siento más comprometido que nunca a ser constante con ellos, ser tolerante, ser amable, ser cariñoso, dependiendo de lo que siento por cada quién. Me he visto en la necesidad de retroceder un poco y recuperar viejas amistades, renovar votos, hacerme del cariño de esas personas para siempre esta vez (el ejemplo más claro lo he expuesto ya). También he necesitado ampliar mis horizontes y comenzar a conocer más de la gente que pasa alrededor, es una terapia muy estimulante que me enseña a ver el círculo desde sus infinitas aristas.
En la escuela, terminó otro semestre con otro follón de ultimas semanas con calificaciones satisfactorias, aunque extrañaré a muchos rostros conocidos el pròximo año (¡Felicidades Graduadas!). Se viene el fin de año con fiestas de todo tipo, y calles de ciudad un poco menos pobladas de tráfico y transeúntes, aunque antes hay que pasar la primera prueba: los peregrinos que están marchando en estos momentos a ver a la Virgen del Guadalupe al Tepeyac.
Entre un Juanito sacado por la puerta de atrás del cochinero de Iztapalapa, cambios en el gabinete de finanzas del gobierno de Felipe Calderón, la congregación de fieles en el norte de la ciudad y el recuerdo de la ida trepidante del futbol mexicano entre Rayados y Cruz Azul, veré cómo lo que queda de 2009 se me escapa de las manos sin dejar más que incertidumbre de lo que viene y deseo de seguir como he estado viviendo: Conociendo cosas, lugares y personas.
Hoy tengo tantas ganas de poder hablar frente a frente con alguna de las personas que venero (que son muchas, la mayoría son mujeres, y no necesariamente están enteradas). Un café, un cigarro, un trago, un museo, un libro, cualquier pretexto es bueno para saber un poco más de alguien. El instante se puede presentar pronto, debo saber qué decir, merezco salir y sonreír un poco, que me pegue un poco el sol. A ver qué pasa al rato, espero no aburrirme demás...
Con más razón ahora que Ella ha desaparecido de mi Universo por una semana... Mi amor y mi veneración le envío sin importar dónde estará...
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