Influenza: A un año...

Pensar que hace casi un año, la Ciudad de México se detuvo debido a la epidemia de influenza.

Pensar que, pese a todo, muchos seguimos por aquí, pero que muchos enfermaron, y otros ya no están entre nosotros.

Pensar que toda clase de cosas se dijeron sobre esto, desde teorías de la conspiración hasta señales del Apocalipsis.

Pensar que esta epidemia afectó de forma drástica a la economía popular y a la macroeconomía mexicana, al cerrar negocios y oficinas de todo tipo.

Pensar que hace un año, los tapabocas, el gel antibacterial, las constantes lavadas de manos y las calles vacías eran cosa de todos los días.

Y finalmente, pensar que hace casi un año, producto de la suspensión de clases, un servidor revivió este rincón del cyberespacio que tenía olvidado desde Enero de ese año. En esos días, el presente blog sólo tenía 4 o 5 entradas, las cuales borré para darle punto y aparte y recomenzar este blog.

Al leer aquellas primeras entradas de la "segunda época" de este blog, el cual tomó el nombre de "El Arcangelino" tiempo despúes, me río pensando en que también yo tenía una gran incertidumbre de lo que iba a pasar. Afortunadamente, como lo escribí en alguna de esas entradas (cita a Sabina), "Lo peor ha(bía) pasado".

El próximo 27 de abril, "El Arcangelino", segunda época, cumple su primer año de vida, y recordar esta fecha, por el resto de mi vida, me llevará de inmediato a aquellos días en los cuales había temor hacia la influenza.

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• Me quedé contrariado con Joaquín Sabina, quien fue a comer con Felipe Calderón a Los Pinos, entre buena comida, mariachi y letras de Jose Alfredo Jiménez. Dijo, al salir, "que ahora el ingenuo es él"... Yo lo leí de la siguiente manera: El presidente supo defender sus argumentos (al menos en el discurso) sobre su decisión de combatir al narco ante la postura crítica del español. Pero... ¿Qué no había dicho que no le gustaba comer con presidentes?, ¿Quién lo entiende, maestro?.
• Lo que Evo Morales necesita, tras sus declaraciones sobre los transgénicos y la homosexualidad, es un laxante para su diarrea verbal.
• Mis pendientes se han retrasado. Necesito disciplina.

¡¡¡Adios!!!