julio 27, 2012

Instrucciones para Comprar Productos Milagro


Prenda la televisión a altas horas de la noche, cuando las telenovelas, los noticieros manipulados, los realities y los talk shows den lugar a los aburridos comerciales que pagan el porcentaje más miserable de los ingresos comerciales de su canal favorito.

Deje de hacer todo lo que tenga que hacer: no planche su ropa para el día siguiente, no encienda el boiler para bañarse antes de dormir. Concéntrese exclusivamente frente a su aparato receptor y observe a esos cuerpos de gimnasio anunciando cremas reductoras, fajas para afirmar el cuerpo y futuros percheros para ejercitarse.

Obsérvese en el espejo, exprese hartazgo de su cuerpo fofo y diga en voz alta "Quiero ese cuerpo" frente a las imágenes sudorosas que se contonean sensualmente; de preferencia, antes de acostar sus carnes frondosas de vuelta sobre el sillón o en su cama, vaya por un bocadillo alto en azúcar y carbohidratos.

Mire un poco más, es comprensible que no lo disfrute, al contrario, la ansiedad podrá invadir sus entrañas hasta el momento en el cual correrá hacia el teléfono para marcar el número que aparece en su pantalla. Si no se convence de primer golpe ante lo que ve, los testimonios verídicos y sus fotografías de "antes / después" lo harán tener curiosidad; eventualmente, las ofertas de último minuto lo llevarán a llamar.

Si nada de lo anterior logra convencerlo de comprar aquel producto, no tenga culpa, mañana también podrá hacerlo, y el día después, y la semana que entra; estos milagros ocurren todos los días en las horas que usted duerme, cuando quienes están despiertos no piensan con todos sus sentidos.

Si cometió el error de comprar alguno de estos productos, absténgase a las consecuencias y ni se le ocurra reclamar su dinero, no se lo devolverán. Busque el gimnasio más cercano, consulte a su nutriólogo, o en caso de que la actividad física lo agobie, lea un libro.

Al final de cuentas, usted se dará cuenta que hay que esforzarse para pedir cualquier milagro, por más que se lo pida a San Judas o a San Antonio, por más que lo espere, por más que lo desee.

6 comentarios:

  1. Tienes mucha razón.

    Por cierto, muchas gracias por hacer la recomendación a mi blog :D

    Un saludote!

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    1. Siempre es un placer recomendar los blogs que me gustan y valen la pena, como los que tú llevas.

      (Acabo de corregir y aumentar la entrada, una palabrita repetida me sobraba y otro punto me faltaba).

      Saludos!!!

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  2. "A final de cuentas, usted se dará cuenta que hay que esforzarse.."

    También cabe mencionar que mucha gente compra estos productos no por esperar que de verdad funcionen milagrosamente, los adquieren como indulgencia.

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    1. Por supuesto, la indulgencia debe ser todavía peor, el hecho de querer purgar una culpa o una pena mediante el Dios dinero. Debe ser todavía más vergonzoso que querer comprar tu felicidad.

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  3. Uno debería imprimir tus instrucciones y pegarlas en el televisor.

    Saludos.

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    1. No sé si tanto así, pero al menos tenerlas en cuenta. (Aunque me vendría bien que me pagaran regalías para imprimirlas en imanes para el refrigerador).

      ¡¡¡Gracias Ibeth!!!

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