Más bien, Justin es un "Frankieber"... |
Después de las declaraciones que la semana pasada hiciera Justin Bieber, el andrógino teen idol más amado y odiado de la música pop, al visitar la Casa de Anne Frank en Amsterdam, en las cuales dijo que la diarista alemana "era una gran chica y hubiera sido una believer", el universo de opinólogos llamado redes sociales se levantó con antorchas sobre él, diciendo que sus declaraciones eran un insulto a la memoria de esta joven víctima del Holocausto. La pregunta que uno debería hacerse es si tales injurias son para tanto; de hecho, no estaría escribiendo esto de no ser porque mi hermana me dijo hace rato que su voz ya sonaba más "de hombre" en su último sencillo.
Esta vez, encontré razones para darle un voto de confianza al canadiense; me pareció inadmisible que los fundamentalistas de la decencia política y la música pop se le lanzaran a la yugular con sus largos y afilados cuchillos. Primero que nada, hay que ser sinceros, al mocoso lo amas o lo odias, este muchacho no ha encontrado medias tintas en su carrera, o se le rinde pleitesía o se le utiliza como purgante; habrá quien lea esto y quiera atacarme por el simple hecho de apologizar una de sus acciones, pero en el gesto que tuvo hacia la figura de Anne Frank me conmueve más allá de la frivolidad con que lo trataron en los medios supuestamente especializados.
*****
Todos hemos escuchado hablar de Anne Frank, la niña judía nacida en Frankfurt cuyos padres huyeron del control nazi en 1933 para establecerse en Amsterdam, donde Otto Frank, su padre, establecería su negocio de especias y embutidos. En 1940, los nazis tomaron Holanda, y en 1942, intensificaron la cacería de judíos, por lo que los Frank tuvieron que esconderse en un anexo secreto detrás de su casa junto a otra familia y a un dentista, donde vivieron con lo mínimo por dos años hasta que fueron descubiertos y trasladados a campos de concentración, donde la pequeña, su hermana mayor y su madre morirían.
Los manuscritos de lo que hoy es conocido como "El Diario de Anne Frank" (1947) fueron publicados por su padre como homenaje a su memoria, son hoy de lectura obligada para los jóvenes de todo el mundo; la historia de Anne Frank es un canto a la libertad reprimida por la desigualdad y la discriminación, donde la niña que fue comenzaba a florecer en una mujer apasionada, escritora precoz, amante del cine, crítica de sus relaciones familiares y pendiente de sus nacientes sentimientos hacia el joven Peter van Pels, cuya vida fue cortada de tajo junto a la de seis millones de judíos por la mayor infamia de la historia de la humanidad. Esta obra es, si me permiten, el tipo de libro que le compraría a una hija adolescente o que recomendaría para una clase de Formación Cívica y Ética de tercer año de secundaria.
*****
Bieber siendo Bieber. La cara de bobo no la ha perdido del todo... |
Volviendo a Bieber, podríamos decir que el ontariano quizás no usó las palabras correctas para su afirmación, pero no es demasiado descabellado decir que la joven Anne Frank tuvo en su momento las mismas inquietudes que las chicas de hoy. La juventud es el divino tesoro de los sueños y la búsqueda de identidad, todo el futuro de los jóvenes comienza a manifestarse en estos momentos; Frank admiraba a Shirley Temple y a Greta Garbo y deseaba ser actriz, mientras que las jóvenes de hoy tienen posters de One Direction, de Big Time Rush o del mismo Bieber. ¿Cuántas muchachitas no quisieran que Justin llegara a su casa con flores y chocolates, sentirse en el lugar donde hasta hace unos meses estaba Selena Gomez? [Inserte su piropo de albañil favorito justo aquí].
Además, les hago una pregunta que por mi formación es bastante razonable: ¿Qué significado tiene que el adolescente más seguido de la cultura pop actual haya decidido ir a conocer la casa de Anne Frank? O a sus consejeros de imagen les pareció una buena idea o alguien, una fan seguramente, le pasó el Diario, por lo que quiso ir a conocer el lugar. Habiendo tantas cosas que hacer en la capital holandesa, tanto que probar y visitar, Bieber se decidió por el segundo museo más visitado de la ciudad, por arriba del Rijksmuseum y sólo por debajo del Museo Van Gogh; el gesto cultural y de memoria histórica es lo que más me llama la atención, la declaración sólo queda como un derivado.
Si usted conoce a una believer, hágame el favor de regalarle "El Diario de Anna Frank"; seguro que su cantante favorito lo hará un best seller en las siguientes semanas. Como dijo Ricky Gervais, muchas deben estar llorando preguntando quién rayos es esa chica que le gusta tanto.
No hay más palabras... ¡Ídolo! |
Justin necesita un accidente en motocicleta para valorar la vida, ok no.
ResponderEliminarJajajajaja!!! Pues no sabemos qué pueda pasarle para convertirse al cristianismo o alguna cosa de ese tipo. ¿A Bob Dylan le funcionó? A veces creo que la vida le dio otra chance para cambiar el mundo...
EliminarJajaja, por eso me encanta tu blog: ¡¡de las cosas que se entera uno!!
ResponderEliminarMuy buena Omar. Gracias por venir. Anécdota palomera, ¿no?
EliminarPero el condenado chamaco me quedó mal con eso de que le cacharon droga en su autobus. Al parecer alguien se abasteció en los cafés holandeses...