Ayer, la madrugada de Octubre 5, dejó de existir terrenalmente la cantora argentina más importante de su generación. Mercedes Sosa, llamada "La Negra", la cual vivió su deber de cantar (de ahí su vocación de "cantora", y no de cantante) una época difícil para los sudamericanos, entre dictaduras militares y represión.
Su música (prohibida en su propio país, cuyo violento gobierno la envió al exilio a Madrid) fue un soundtrack a la utopía, alimento de las almas silenciadas. Su legado, como una de las voces más reconocidas de la música latinoamericana contemporánea, será recordado por todos aquellos que sueñan con un mundo mejor, digno y fiel a sus raíces.
Sus interpretaciones de temas como "Todo Cambia", "Sólo le Pido a Dios", "Alfonsina y el Mar" y "Razón de Vivir" fueron algunos de los mejores momentos musicales que la tucumana regaló al amplio y riquísimo cancionero latinoamericano.
Elegí, a manera de homenaje, "Yo Vengo a Ofrecer Mi Corazón", interpretada en vivo con su compositor, otro gran intérprete argentino, el rosarino Fito Páez. Una canción de amor verdadero, incondicional, llena de esperanza... Un tema de valor universal.
Descanse en paz...
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