Del temblor que azotó a Nueva Zelanda y del incendio que azota a Libia...

Tragedia y destrucción en Christchurch (EFE)

Dos tectónicos sucesos han sacudido en esta semana al mundo. De alto impacto, con tremendas consecuencias para el futuro inmediato de dos países con tantas diferencias entre ellos...

En el último lugar del sureste del planisferio, en la isla sur de Nueva Zelanda, se movieron las placas tectónicas provocando un temblor de 6.3 grados Richter, destruyendo gran parte de la ciudad de Christchurch, la segunda más grande de este país, y provocando la muerte de 145 personas y 200 desapariciones.

Las imágenes que han pasado a través de los periódicos y de la televisión son tremendas, pues el estado neozelandés declaró estado de emergencia, por no hablar del costo que tendrá la recuperación de la infraestructura perdida y del dolor de las familias que perdieron a un miembro en el siniestro.

Sin duda, Nueva Zelanda tardará poco en recuperarse y volver a la vida normal, ahora más alertas ante los peligros tectónicos. Por ahora está en peligro el Mundial de Rugby que se celebraría en este año, evento que les vendría muy bien para olvidar por unos momentos los tiempos duros que vendrán.

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Manifestación en Libia (AP)

Mientras tanto, siguiendo con la saga de jóvenes revoluciones árabes, es necesario reflexionar sobre lo que en estos momentos está pasando en Libia.

Ahí lo que tiembla es la gente que desea derrocar a su dictador de 42 años de antigüedad, autonombrado "Hermano Líder y Guía de la Revolución", Muammar al-Gaddafi, quien es actualmente el jefe de estado activo con mayor duración en su cargo. Este hombre llegó a su puesto tras un golpe de estado en 1969 donde derrocó al entonces monarca, Idris.

Recordemos lo que ya pasó en Egipto y Túnez, donde Hosni Mubarak y Zine El Abidine Ben Ali, respectivamente, y tras necia insistencia, terminaron dejando el poder. Agregemos antorchas encendidas en Yemen, Siria, Jordania, Bahrein, Irán y Arabia Saudita, y tenemos un espeso caldo de cultivo en el cual contextualizar las acciones tan radicales que se están tomando en Libia.

Con el brazo armado del ejército, de sus seguidores más fieles y de grupos mercenarios, Gaddafi está ordenando reprimir a sus opositores a sangre y fuego. Se reportan alrededor de 2000 muertos y 5000 heridos por consecuencia de las hostilidades. En el bando contrario, los civiles han tomado las armas junto a desertores del ejército y la oposión al régimen. El país es una batalla abierta en donde el este ha sido tomado por la oposición, mientras que la región oeste, con Trípoli ciudad capital, aún está en control del gobierno.

Según la postura de Gaddafi, los revoltosos, "alcohólicos y drogadictos", apoyados por las superpotencias, buscan crear un estado árabe y apropiarse del petroleo que se extrae del país, parte indispensable del PIB libio. Además, el tirano ha manifestado que morirá "como un mártir" antes que dejar el poder. Se le está disparando a cualquiera que sea sospechoso de estar en contra del gobierno. Es una danza de muerte.

"El pueblo que no me quiere no merece vivir" dijo Gaddafi el día de hoy, lo cual nos habla del perfil de este tirano y sus delirios tan bien alimentados de grandeza y culto a su personalidad. Su delirio de poder es ya una necesidad digna de la del drogadicto más enfermo. El que las hostilidades más sangrientas de las Revoluciones del Mundo Árabe se estén sucediendo ahí se debe a tan impulsiva e intolerante personalidad.

El aeropuerto reventó por todos aquellos que intentan huir, la prensa tiene cualquier cantida de trabas para hacer su trabajo con ética y responsabilidad; la bomba de tiempo tiene "gas mostaza" escrita en su portada. Al parecer, este conflicto va para largo, no nos queda de otra más que esperar que las heridas comiencen a sanarse y que triunfe la justicia sobre la irracionalidad...

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Y mientras Hillary Clinton se acuerda del común proceder de Estados Unidos cuando hay petroleo de por medio (algo que otro dinosaurio llamado Fidel no tardó en insinuar), yo me pregunto...

¿Qué habrán servido de cenar hoy en el Palacio de Miraflores?