Cover-contra-Sencillo #3: "One"

Saludos...

Después de muchos días, y con motivo de los conciertos de U2 en la Ciudad de México, me han dado ganas de realizar una nueva entrega de mi sección Cover-contra-Sencillo. Esta vez analizaré una de las canciones más célebres de la banda irlandesa, "One" del magnífico álbum Achtung Baby, y la compararé con la rendición que hizo Johnny Cash para su disco American III: Solitary Man.

Aprovecho esta entrada para advertirles, con gran alegría y expectación, que iré al tercer y último concierto de U2 el próximo domingo 15. Tan pronto termine con mis entregas finales de último semestre en la universidad, les elaboraré mi tradicional reseña con todo lo que me ocurrió y cómo lo viví. Espero estén pendientes a este su blog de confianza. A ver en qué termina esta semana de U2 en México, aderezada por el cumpleaños de Bono el pasado martes, la visita que le hizo a Felipe Calderón en Los Pinos el jueves y el caos vial que se contagia alrededor del Estadio Azteca.

*****

U2 en los años de Achtung Baby

Sin duda alguna, U2 es uno de los actos de música popular más multitudinarios y multifácéticos de la historia; doce materiales discográficos, 150 millones de discos vendidos y varias giras con estadios llenos alrededor del mundo hablan por sí mismos. La banda de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. ha creado, a lo largo de 35 años de carrera, uno de los legados musicales más trascendentes y amados de la historia de la cultura.

Pero no hay que olvidar que U2 es más que la parafernalia de los conciertos de alta tecnología. Desde etapas muy tempranas de la banda, las letras de Bono han poseído una enorme madurez y sensibilidad ante diferentes temáticas: la compleja naturaleza del amor, los duros caminos que apuntan a Dios, referencias bíblicas, realidades sociales y conflictos emocionales. Sin embargo, muchas de las letras que Paul David Hewson, el hombre detrás del ícono, ha escrito poseen muchas ambigüedades que se suelen ampliar los significados de las canciones de la banda.

"One" fue la composición detonante, musicalmente hablando, de Achtung Baby (1991). Mientras Bono la define como una canción que habla sobre la convivencia entre las personas como el único camino para la supervivencia de la raza humana, The Edge la define como una conversación amarga entre dos personas que han vivido momentos muy duros (clara referencia a su separación, ocurrido un año antes de la composición de la canción). Con un poderoso y conciso riff de guitarra in crecendo que marca el ritmo y el mood de la canción, la voz de Bono con sus vibrantes matices y sentimientos en plenitud, y el trabajo de producción, que incorporó detalles como los teclados y las guitarras que lloran en la sección más profunda de la mezcla.

El resultado, después de muchos ensayos y errores en la grabación en búsqueda del arreglo perfecto, fue un momento épico, etéreo pero lleno de vida, hermoso en medio de su crudeza. "One" mueve los corazones de todos aquellos que se han dejado llevar por el poder casi cósmico de sus acordes. Bono deja el carisma a un lado y se convierte en ángel y demonio, que con las mismas palabras ofrece la rosa y el puñal, la miel y la hiel, la paz y la guerra; ambos caminos son excitantes cuando el mensajero es él.

*****

Johnny Cash en la vejez

Desde joven, Johnny Cash, "el Hombre de Negro" se ha caracterizado por su tesitura de barítono de alcances profundos y tectónica expresividad. Al final de su vida, su voz era un suspiro volcánico, que manifestaba el inconmensurable poder de una naturaleza y una personalidad más allá de lo humano.

Antes de que fuera grabado American III: Solitary Man (2000), el tercero de seis álbums producidos por Rick Rubin para la firma American Recordings, la salud de Cash tuvo momentos muy complicados, entre los cuales sobresalió una neumonía que lo llevó al hospital. Este material, de donde se desprende esta versión de "One", es interpretado como la respuesta del viejo lobo de mar ante las flaquezas de su edad.

Los últimos seis discos que Cash grabó se caracterizan por incluir una cantidad muy selecta de canciones de otros músicos, cuyos estilos son bastante dispares. De ahí que esta eminencia del country haga revisiones de canciones de artistas como Beck, Depeche Mode, Hank Williams y Nine Inch Nails, por mencionar algunos.

Lo maravilloso de la versión de Johnny Cash es que la vuelve una introspección muy propia, apegada totalmente a su estilo de country duro y desnudo, oscuro como sus camisas. La canción suena a fogata ardiente en luna llena, a salvajismo resguardado en las profundidades de la noche, a río revuelto que choca con la roca. Las guitarras son un testimonio a dos voces del recitar de la voz de Cash, como si acompañaran el andar de la oscura figura del cantante por los caminos del ocaso de su vida. Un órgano aparece de repente para darle claridad a las palabras y marcar los instantes donde la canción sube en emoción. De repente el viento se calla, las guitarras y el órgano desisten y el errante paso de esa voz encuentra un poco de paz.

En esta ocasión, me quedo con el Sencillo...