Llamen a los abuelos, escondan a los niños... |
Hace algunos minutos, llegó a México el Papa Benedicto XVI. Ahora que Guanajuato arde en fervor por esta visita apostólica, me gustaría tomar algunos puntos importantes que el máximo representante de la iglesia católica debería de tomar en cuenta:
- Joseph Ratzinger, el hombre detrás de la investidura, es un personaje sin el cual no se entendería el alcance canónico de Juan Pablo II; desde 1981, Ratzinger fue el hombre fuerte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la reencarnación contemporánea de la Inquisición. Ahora que es Papa, Benedicto XVI es rey, pastor y juez, aunque ha sido complicado reemplazar al polaco; mientras Karol Wojtyla era un hombre carismático y bien parecido, Ratzinger es más un nerd de la teología, alguien que encuentra su punto fuerte en las palabras, demasiado sobrio para ser mediático.
- Los mexicanos entendidos sabemos bien que Benedicto XVI "jugará de local" en Guanajuato, al igual que las autoridades del gobierno de Felipe Calderón. Guanajuato ha sido, desde los años 90's, uno de los bastiones más fuertes del PAN, amén de su rol en el origen y desarrollo de la Guerra Cristera; como decimos en México, "son muy persignados". Uno de los parajes que el pontífice bávaro visitará es el Cerro del Cubilete, cuya importancia simbólica para el movimiento político católico es fundamental. No habrá visita a la Ciudad de México, dicen que por la altura, aunque no creo que quiera visitar la ciudad más progresista de la Nación; su salud de octogenario tampoco tendría buen cobijo en Guadalajara, Monterrey o Mérida.
- Como líder de los católicos en el mundo, la prioridad que el apostolado de Benedicto XVI tiene en estos momentos es detener la fuga de fieles. Ratzinger es un teólogo antes que un predicador, y sus posturas se apegan a los puntos de vista conservadores de la doctrina, lo cual ha sido devastador para la aceptación de la Iglesia en los entornos seculares. Las posturas en contra de los derechos de los homosexuales, el papel de la mujer en la liturgia y la oposición a la planificación familiar son ejemplos de aquellos grandes temas sociales contemporáneos que la Iglesia Católica no ha querido tocar. El pueblo católico vive en instantes de mucha confusión, y la presencia del Papa puede ser reveladora o confusa; Ratzinger ya fue a Brasil, y ahora toca México, bastiones del catolicismo en el mundo que se están perdiendo de a poco.
- Tema aparte de importancia mundial es el problema de los sacerdotes pederastas en México y en diferentes lugares del mundo como Estados Unidos, Irlanda y Bélgica. Es importante que la máxima autoridad de la Iglesia Católica pida perdón a las víctimas, aunque al parecer esto va a quedar, por el momento, como asignatura pendiente. Pero es mucho más importante que la Iglesia deje de proteger a aquellos depravados con sotana que han sido acusados de estas atrocidades para que enfrenten a la justicia de los hombres. No es suficiente consuelo saber que Marcial Maciel arde a fuego lento en las llamas del Infierno.
- Será muy interesante analizar el devenir de las relación Iglesia - Estado Mexicano durante estos tres días de visita papal. Las reuniones entre Benedicto XVI y Felipe Calderón deberían tratar temas interesantes, aunque pocos sabemos cuáles serán; será interesante saber si Ratzinger hablará a Calderón como apóstol o como Jefe de Estado, y si el primero buscará influenciar por las buenas a los principales políticos que se reunirán con él y su comitiva. Se ha gastado ya muchísimo dinero (del erario público) para traer a Benedicto, y no creo que el gobierno panista vaya a desaprovecharlo para fines políticos.
- Llamó mucho la atención la petición del arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, al solicitar a los narcotraficantes que se mantuvieran en tregua durante la visita papal; no creo que ningún grupo delictivo se quiera echar encima al ostentoso brazo de inteligencia y seguridad de Calderón, en un momento de gran tensión mediática y fervor popular. Otro que llamó la atención fue el activista Javier Sicilia, quien siempre ha reconocido su fervor católico y que iba a buscar entregarle una carta a Benedicto XVI donde le informara sobre la situación de violencia que vive nuestro país; si las palabras de Sicilia llegan a los ojos de Ratzinger, sería una ganancia; sólo que hay una cosa, el Papa no es el Tribunal de La Haya.
- En este momento, Felipe Calderón da la bienvenida oficial a Benedicto XVI; recuerdo de inmediato las imágenes de López Portillo recibiendo a Karol Wojtyla en 1979, y vaya que han cambiado los tiempos. Lo militar, lo político, lo social y lo eclesiástico reunidos como leones y hienas, en una bizarra y abyecta combinación. Ya quiero que se acabe el discurso del presidente, que lo único que quiero ver es el nuevo modelo de Papamóvil.
Por ahora, que el niñito Jesús nos ampare...
Y lo más divertido del asunto es que lo venderían acompañado por indulgencias y bendiciones papales. Se han visto lentos en ambas partes...
ResponderEliminarEsos Mercedes son como navajas suizas: ultrablindados, cómodos, a prueba de cualquier tipo de anomalía externa y con la protección de un par de gorilones (suizos, por cierto) con mucho entrenamiento y dispuestos a volverse mártires ante cualquier provocación. Pedazo de automóvil ése...