Hola a todos...
Sé que septiembre ha sido un mes bastante difícil y lento para este blog, pero poco a poco voy retomando el ritmo. Estoy consciente de que en México tenemos temas candentes y de gran importancia para la vida nacional, como es el caso de la Reforma Laboral con la cual el Congreso pretende atorarse aún más a los trabajadores, así como proteger a los sindicatos corruptos y a los empresarios evasores de impuestos mejorar las condiciones de contratación y seguridad social de la clase trabajadora. De ese tema espero poder hablar largo y tendido en otra entrada.
Sin embargo, hay un tema que me está dando vueltas en estos momentos, que trata alrededor de un asunto muy importante de algo menos importante en la vida humana: los deportes profesionales. Si ustedes están al pendiente de la NFL (paren las prensas, ganaron mis Raiders), quizás hayan visto el partido del pasado Monday Night Football entre los Green Bay Packers y los Seattle Seahawks. Les platico a grandes rasgos, en la última jugada del partido, con ocho segundos en el reloj, un pase desesperado del quarterback de los emplumados, Russell Wilson, terminó en un mar de manos, entre las que se encontraban las del receptor Sidney Rice y las del safety de los verde y amarillo M. D. Jennings. La repetición que los oficiales revisaron da la clara impresión de que el defensivo tenía el control del balón, pero se determinó que había sido touchdown de Seattle, lo cual dio la derrota por 14-12 a los de Wisconsin.
Esta controversia se unió a una serie de yerros de parte de las cebras (apodo cariñoso que comparten oficiales de NFL y NHL por sus uniformes rayados en blanco y negro) en otros partidos, lo cual llevó a las autoridades de esta liga a tomar medidas. La NFL es considerada por muchos aficionados como una de las más depuradas del deporte norteamericano y es por mucho la más popular y la que más dinero genera; todo pareciera ser perfecto, la organización y logística de sus eventos es impecable, sus contratos de televisión son muy jugosos, el dinero que generan en patrocinios es enorme, un largo etcétera. Es tan grandes su competitividad y son tan importantes sus estándares de calidad como espectáculo que cualquier cadena de errores extraña de parte de sus oficiales se toma como un peligro para ese orden.
No olvidemos algo, la principal contribución que la NFL ha otorgado a sus ligas primas ha sido la del uso indiscriminado de la tecnología para la revisión de jugadas polémicas; en una época donde la alta definición, las repeticiones instantáneas, el internet y las redes sociales son una partes esencial para transmitir encuentros profesionales de cualquier deporte, se le ha dado a todo este conjunto de apoyos una importancia vital, con el objetivo de que el juego sea transparente y justo. Tanto las Ligas Mayores de beisbol como la NBA y la NHL adoptaron las repeticiones instantáneas para sus cotejos, y hoy las manejan de forma óptima para ayudar a los oficiales de campo a tomar decisiones.
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El futbol americano es un deporte que ha evolucionado de forma muy rápida hacia la perfección técnica; cuando se da el caso de una jugada extraordinaria que rompe paradigmas en el juego, se convierte en parte de su imaginario lingüistico; cuando los fanáticos de este deporte escuchan frases como "la Inmaculada Recepción", "el Fantasma al Poste", "el Milagro de Music City", el "Tuck Rule" o la "El Gran Escape", saben de lo que les estoy hablando.
En el futbol soccer, las cosas son bastante desiguales: recordamos tanto las jugadas virtuosas como las grandes pifias arbitrales; ejemplos de las segundas, como "La Mano de Dios" y el "Gol Fantasma" de Inglaterra 66. Algunas de esas grandes jugadas de la historia de la NFL han llevado a cambios en los reglamentos o la morfología del deporte, pero en el soccer ha pasado poco, se ha abogado por mantener el juego como un gran conjunto de azares para imprimirle emoción y que el ritmo del juego no se corte; recordemos la controversia de los goles fantasma que involucraron, para bien y para mal, a la selección de Inglaterra, tanto en el Mundial de Alemania como en la Eurocopa de Polonia / Ucrania.
¿Es acaso la crisis de los oficiales de la NFL sólo un "catarrito", como dijera aquél redondo Secretario de Economía mexicano, o en verdad estamos ante una falta de preparación de parte de la liga?. Hay que recordar algo, que muchas cebras con experiencia no han llegado a un acuerdo económico con la liga, razón por la cual hay mucho oficial con menor experiencia en funciones. Para cada juego, se requieren seis jueces en el emparrillado, pero el asunto no está en la cantidad, sino en la calidad, tanto del material humano como del tecnológico, y esta liga se ha llevado a cabo de esa manera sin grandes quejas en ese rubro durante años.
En el futbol soccer, se aconseja que entre menos se hable de los nazarenos, es mejor para el deporte, pero nunca faltan las controversias hacia su labor; los programas de televisión se llenan de miles de comentarios criticando a los cuatro hombres de negro que se encargan de guardar el orden, señalar faltas, conceder penales y marcar offsides. Se ha experimentado con la idea de tener más jueces en otras posiciones, los cuales han fallado como los humanos que son; miles de tecnologías se les han colocado a los balones para facilitar señalizaciones de goles controvertidos, pero también han fallado. La repetición instantánea sigue siendo temida por los altos directivos del órgano rector del deporte, la FIFA; el argumento que dan es que afecta contra la esencia del juego.
El espíritu de competencia leal y justa que rige los deportes, junto a los intereses económicos y deseo de un espectáculo fluido ha llevado a los directivos de los deportes a complejos debates para conocer cuál debe ser la línea a trazar entre la tecnología y el juego en sí. Los conservadores aspiran a buscar mantener los valores añejos de la disciplina, entre los cuales se encuentran las pifias de los oficiales como parte del curso del partido; otros, de estirpe más liberal y con mayor poder adquisitivo para invertir en tecnología, recurren a ésta para liberar a los espectadores y competidores de cualquier falla humana. Una dialéctica que logre coordinar ambos puntos de vista se ve bastante lejana en el caso del soccer, el Bello Deporte, el más popular y democrático del mundo.
El ejemplo de la NFL nos muestra el caso de una liga cuyos cimientos meramente deportivos, que aspiran a una perfección casi dogmática, se ven oscurecidos por una serie desafortunada de fallos humanos; sin duda alguna, ellos resolverán como mejor lo hacen, por la vía práctica, por algo son el espectáculo deportivo más amado de Estados Unidos y el que más se jacta de capturar el ideal americano de empresa de entretenimiento. En el soccer, aún con la buena intención pese a las desigualdades económicas de los países afiliados a la FIFA, nadie parece tener la intención verdadera de debatir si el juego debe evolucionar para la tecnología, o si ésta debe de tomar mayor partido en el espectáculo.
En el futbol soccer, las cosas son bastante desiguales: recordamos tanto las jugadas virtuosas como las grandes pifias arbitrales; ejemplos de las segundas, como "La Mano de Dios" y el "Gol Fantasma" de Inglaterra 66. Algunas de esas grandes jugadas de la historia de la NFL han llevado a cambios en los reglamentos o la morfología del deporte, pero en el soccer ha pasado poco, se ha abogado por mantener el juego como un gran conjunto de azares para imprimirle emoción y que el ritmo del juego no se corte; recordemos la controversia de los goles fantasma que involucraron, para bien y para mal, a la selección de Inglaterra, tanto en el Mundial de Alemania como en la Eurocopa de Polonia / Ucrania.
¿Es acaso la crisis de los oficiales de la NFL sólo un "catarrito", como dijera aquél redondo Secretario de Economía mexicano, o en verdad estamos ante una falta de preparación de parte de la liga?. Hay que recordar algo, que muchas cebras con experiencia no han llegado a un acuerdo económico con la liga, razón por la cual hay mucho oficial con menor experiencia en funciones. Para cada juego, se requieren seis jueces en el emparrillado, pero el asunto no está en la cantidad, sino en la calidad, tanto del material humano como del tecnológico, y esta liga se ha llevado a cabo de esa manera sin grandes quejas en ese rubro durante años.
En el futbol soccer, se aconseja que entre menos se hable de los nazarenos, es mejor para el deporte, pero nunca faltan las controversias hacia su labor; los programas de televisión se llenan de miles de comentarios criticando a los cuatro hombres de negro que se encargan de guardar el orden, señalar faltas, conceder penales y marcar offsides. Se ha experimentado con la idea de tener más jueces en otras posiciones, los cuales han fallado como los humanos que son; miles de tecnologías se les han colocado a los balones para facilitar señalizaciones de goles controvertidos, pero también han fallado. La repetición instantánea sigue siendo temida por los altos directivos del órgano rector del deporte, la FIFA; el argumento que dan es que afecta contra la esencia del juego.
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Una de tantas propuestas para goles fantasma... |
El ejemplo de la NFL nos muestra el caso de una liga cuyos cimientos meramente deportivos, que aspiran a una perfección casi dogmática, se ven oscurecidos por una serie desafortunada de fallos humanos; sin duda alguna, ellos resolverán como mejor lo hacen, por la vía práctica, por algo son el espectáculo deportivo más amado de Estados Unidos y el que más se jacta de capturar el ideal americano de empresa de entretenimiento. En el soccer, aún con la buena intención pese a las desigualdades económicas de los países afiliados a la FIFA, nadie parece tener la intención verdadera de debatir si el juego debe evolucionar para la tecnología, o si ésta debe de tomar mayor partido en el espectáculo.
Pues los de la NFL apenas se terminaron de arreglar con los oficiales experimentados, así que todo tendrá que volver a la realidad muy pronto. Me está gustando lo que he visto, más allá de la arrastrada que Peyton le metió a mis Raiders el domingo; no sé si al nivel de los 70's - 80's, la NFL a partir de los 90's es más suave pero con más tempo.
ResponderEliminarDel futbol, no sabría decir si habrá por fin buena tecnología, y sobre todo, personas capacitadas para utilizarla; mientras tanto, seguiremos hablando del "qué hubiera pasado" si la Mano de D10S se hubiera marcado.