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| "Si un hombre puede crear tanto odio, imaginen cuánto amor podemos crear juntos" Helle Gannestad (REUTERS / Cathan McNaughton)* |
Este fin de semana fue bastante rudo y agitado.
Por un lado, la muerte de Amy Winehouse el pasado Sábado 23, predecible pero poco deseada, sacudió fuertemente las bases de la industria discográfica y marcó el que debe ser el primer deceso de una artista internacional paradigmática en la era del Internet y las redes sociales.
Por otro lado, los atentados ocurridos el pasado Viernes 22 en Noruega nos muestran que las descomposiciones sociales, los nacionalismos intolerantes y los conflictos derivados de la globalización no son asignatura exclusiva de los países del Tercer Mundo. Desafortunadamente, tuvo que prenderse el foco rojo entre las heridas de un país nórdico para que el debate se vuelva a plantear.
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Fueron dos atentados perpetrados el mismo día a escasos kilómetros de distancia. El primero de ellos fue un coche bomba que estalló a escasos metros de la oficina del Primer Ministro, el laborista Jens Stoltenberg; la explosión provocó estragos en las oficinas de los ministerios del Petroleo y de Finanzas. La ubicación del atentado fue planeada específicamente en la sección de la ciudad de Oslo donde se encuentran la gran mayoría de las oficinas del gobierno; resultaron 8 muertos, 11 heridos y algunos lesionados, debido en gran parte a que la mayoría de los trabajadores de esa parte está en periodo vacacional.
Una hora y media después, se desató el caos en la isla de Utoya, al noroeste de la capital, donde un sujeto disfrazado como policía abrió fuego con balas expansivas contra un grupo de personas que estaba reunida ahí celebrando un campamento de verano de la rama juvenil del Partido Laborista. Resultaron muertas 65 personas, de las cuales la mayoría eran jóvenes entre 15 y 16 años. La masacre duró más de una hora; la policía estaba sacudida por el atentado anterior y tardó en reaccionar a las llamadas de auxilio.
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Cuando se habla del bloque de países nórdicos (Noruega, Suecia, Finlandia, Islancia y Dinamarca), se suelen mencionar sus democracias avanzadas (una monarquía constitucional), sus programas sociales, su apertura a la migración y su sólida economía basada en la pesca, la agricultura y el petroleo. Desde el estereotipo, parece un país tan tranquilo y ordenado.
La pregunta que se debe plantear es la siguiente, ¿qué tipo de perfil puede tener el perpetrador de este doble atentado?, ¿cuáles son los motivos detrás de un terrorismo reaccionario de tales dimensiones?. El autor fue Anders Behring Breivik**, quien fue arrestado en Utoya por las fuerzas especiales de la policía después de haber concretado los asesinatos en la isla. Su principal objetivo era la ex-primera ministro Gro Harlem Brundtland, quien dio un discurso para los jóvenes presentes en la isla unas horas antes.
El perfil psicológico e ideológico de Behring es por demás interesante, un empresario que tuvo todo el tiempo que quiso para hacerse de armas y fertilizante para fabricar explosivos. Los expertos lo han calificado de fundamentalista cristiano, anti-marxista, anti-islam, anti-católico y anti-multiculturalista. Su manifiesto "2083. Una Declaración de Independencia Europea", un documento de más de 1000 hojas con ideales e interpretaciones históricas de extrema derecha, fue publicado en internet unas horas antes de los ataques.
Las atrocidades que este hombre de 32 años de edad desató en su país tiene motivaciones tanto políticas como sociales. Desde la fundación del parlamentarismo monárquico moderno en Noruega, al terminar el dominio nazi con la Segunda Guerra Mundial, el partido laborista ha sido el más predominante en el gobierno del país. Han sido los laboristas quienes han promovido la política migratoria que hoy día rige en el país; es interesante que los principales grupos humanos que han llegado a Noruega provengan de Pakistán, así como de países que han sufrido conflictos bélicos en las últimas décadas, como Somalia, Irak, Irán y los países que formaron la antigua Yugoslavia, como Bosnia y Kosovo.
El multiculturalismo es un fenómeno socio-cultural que, gracias a la globalización y a la mejora de las comunicaciones, es una parte fundamental para entender los cambios culturales en el mundo. Con la migración de estos grupos de gentes, han pasado a Europa, y a muchas partes del mundo, valores culturales distintos a los de la cultura occidental dominante. El Islam es un tema muy discutido en los Estados Nación europeos hoy en día por la diversidad de interpretaciones que se han dado sobre él. Los grupos conservadores más reaccionarios han asociado a la forma de vida musulmana con la intolerancia y la violencia, cayendo en tergiversaciones ridículas que han llevado al odio desmedido y sin fundamento hacia sus practicantes. Estados Unidos, con la paranoia desatada por los atentados del 11 de Septiembre, alzó la guardia hacia los grupos terroristas musulmanes, llegando a los mismos extremos sociales.
Los ataques ocurridos el pasado viernes en Noruega nos hacen ver, de nueva cuenta por medio de la sangre, que los conflictos ideológicos ocurren en todas partes, y que pese a los grandes logros y progresos que un Estado puede alcanzar en muchas materias, no todos están contentos con ellos. El fundamentalismo, el nacionalismo mal entendido, la intolerancia y el racismo se volvieron a asomar en el Viejo Continente con fuerza en medio de la inestabilidad económica que está sucediendo en la Unión Europea; afortunadamente, los que no desean regar de odio sus países son ahí mayoría.
* La llamada "Frase del Amor" ha sido transmitida como el agua entre el pueblo noruego. Fue originalmente formulada en Twitter por Helle Gannestad, y fue pronunciada en entrevista en la CNN por la legisladora Stine Renate Haheim, quien escapó del atentado de Utoya. La frase fue mencionada nuevamente por el Primer Ministro, Jens Stoltenberg, durante el servicio en honor a las víctimas el pasado Domingo 24.
**Actualización (24/08/12): El autor intelectual y material de los asesinatos de Oslo, Anders Breivik, ha sido condenado el día de hoy a 21 años de prisión por el asesinato de 77 personas, según información de última hora del diario El País. Un análisis psicológico ha declarado a Breivik mentalmente sano, por lo que cumplirá su condena en prisión, teniendo que estar ahí por un periodo mínimo de 10 años con alternativa de exigir prórroga.
El perfil psicológico e ideológico de Behring es por demás interesante, un empresario que tuvo todo el tiempo que quiso para hacerse de armas y fertilizante para fabricar explosivos. Los expertos lo han calificado de fundamentalista cristiano, anti-marxista, anti-islam, anti-católico y anti-multiculturalista. Su manifiesto "2083. Una Declaración de Independencia Europea", un documento de más de 1000 hojas con ideales e interpretaciones históricas de extrema derecha, fue publicado en internet unas horas antes de los ataques.
Las atrocidades que este hombre de 32 años de edad desató en su país tiene motivaciones tanto políticas como sociales. Desde la fundación del parlamentarismo monárquico moderno en Noruega, al terminar el dominio nazi con la Segunda Guerra Mundial, el partido laborista ha sido el más predominante en el gobierno del país. Han sido los laboristas quienes han promovido la política migratoria que hoy día rige en el país; es interesante que los principales grupos humanos que han llegado a Noruega provengan de Pakistán, así como de países que han sufrido conflictos bélicos en las últimas décadas, como Somalia, Irak, Irán y los países que formaron la antigua Yugoslavia, como Bosnia y Kosovo.
El multiculturalismo es un fenómeno socio-cultural que, gracias a la globalización y a la mejora de las comunicaciones, es una parte fundamental para entender los cambios culturales en el mundo. Con la migración de estos grupos de gentes, han pasado a Europa, y a muchas partes del mundo, valores culturales distintos a los de la cultura occidental dominante. El Islam es un tema muy discutido en los Estados Nación europeos hoy en día por la diversidad de interpretaciones que se han dado sobre él. Los grupos conservadores más reaccionarios han asociado a la forma de vida musulmana con la intolerancia y la violencia, cayendo en tergiversaciones ridículas que han llevado al odio desmedido y sin fundamento hacia sus practicantes. Estados Unidos, con la paranoia desatada por los atentados del 11 de Septiembre, alzó la guardia hacia los grupos terroristas musulmanes, llegando a los mismos extremos sociales.
Los ataques ocurridos el pasado viernes en Noruega nos hacen ver, de nueva cuenta por medio de la sangre, que los conflictos ideológicos ocurren en todas partes, y que pese a los grandes logros y progresos que un Estado puede alcanzar en muchas materias, no todos están contentos con ellos. El fundamentalismo, el nacionalismo mal entendido, la intolerancia y el racismo se volvieron a asomar en el Viejo Continente con fuerza en medio de la inestabilidad económica que está sucediendo en la Unión Europea; afortunadamente, los que no desean regar de odio sus países son ahí mayoría.
* La llamada "Frase del Amor" ha sido transmitida como el agua entre el pueblo noruego. Fue originalmente formulada en Twitter por Helle Gannestad, y fue pronunciada en entrevista en la CNN por la legisladora Stine Renate Haheim, quien escapó del atentado de Utoya. La frase fue mencionada nuevamente por el Primer Ministro, Jens Stoltenberg, durante el servicio en honor a las víctimas el pasado Domingo 24.
**Actualización (24/08/12): El autor intelectual y material de los asesinatos de Oslo, Anders Breivik, ha sido condenado el día de hoy a 21 años de prisión por el asesinato de 77 personas, según información de última hora del diario El País. Un análisis psicológico ha declarado a Breivik mentalmente sano, por lo que cumplirá su condena en prisión, teniendo que estar ahí por un periodo mínimo de 10 años con alternativa de exigir prórroga.
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