Antes que nada, tengo que admitir que no soy tan conocedor de la música de Facundo Cabral, pero sin duda fue dolorosa para todos los latinoamericanos la muerte de un cantante como él. No fue una muerte digna para un hombre de paz la de perder la vida asesinado, sin deberla ni temerla; pero por alguna razón que no podemos explicar los hombres de bien sobre el odio de la humanidad, sólo las personas más indispensables se van antes de tiempo.
A lo largo de nuestros países, el legado literario y musical de Facundo Cabral ha inspirado a varias generaciones de trovadores y poetas. Su nobleza de espíritu fue única, sus palabras poseen mucha sabiduría y su música es basta y original en el panorama de la canción de protesta de América Latina.
Me gustó leer en alguna parte de los sitios de noticias una frase con la cual me identifiqué; una frase corta pero de una grandeza indescriptible:
"Me gusta andar, pero no sigo el camino, pues lo seguro ya no tiene misterio".
Descanse en paz...
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