noviembre 13, 2011

Pacquiao vs. Márquez III: De la indignación y la concupiscencia

Escena del Pacquiao VS Márquez III (@zanferbox / Twitter)

La noche del día 12 de noviembre de 2011 vivirá para siempre en la infamia de la historia del boxeo.

Juan Manuel "Dinamita" Márquez, pugilista mexicano campeón de peso ligero, combatió hace algunas horas con Manny "Pac Man" Pacquiao, considerado por los expertos como el mejor libra por libra en cualquier categoría de su generación. Márquez brindó una pelea de epopeya, con rapidez, golpes precisos y categoría de monarca mundial, borrando del ring por largos trayectos al campeón filipino. Lo que millones de espectadores vieron el día de hoy en la arena del MGM Grand en Las Vegas fue la mejor demostración del arte de la fistina que ha otorgado un mexicano contra el "Pac Man" desde Érik "el Terrible" Morales, doce episodios de absoluta entrega y superioridad ante un hombre que hasta el timbrar de la campana lucía como un peleador invencible.

Desafortunadamente, los jueces que dieron el veredicto final no vieron lo que todos los demás. El boxeo es un deporte de apreciación, pero ése no fue el problema el día de hoy, sino la gran masa de intereses que rodean, valga la redundancia, tal apreciación. Mientras un juez vio un empate, los otros dos dieron victoria a Pacquiao, quien se notó claramente sorprendido por el anuncio oficial de decisión unánime. No es la primera vez que "Dinamita" logra superar a Pacquiao de principio a fin, y no es la primera vez que sale del cuadrilátero con las manos vacías; recordemos que el segundo combate de esta rivalidad, decisión dividida para "Pac Man", fue percibida como victoria de Márquez.

Diríamos en México, fue un robo fragrante, fue un acto asqueroso y rapaz de pillería contra el que demostró, en la mayoría de los rounds, que merecía poseer el título de peso Welter de la Organización Mundial de Boxeo y, quizás lo más importante, ganar la lucha de su vida. Aquellos que abuchearon el veredicto no estaban equivocados, la mirada del "Pac Man" al sonar la campana que finalizó el último episodio reflejaba que no había sido su noche, mientras Márquez celebraba su gran jornada ante la aclamación del respetable. El mexicano se la creyó en todo momento, mientras que Pacquiao se notó lento y sorprendido por el trabajo de cintura, el empuje y la fuerza con la cual lo conectó su rival; el filipino nunca vio la luz ante un "Dinamita" encendido y en constante ebullición. El cuestionable parche - propaganda del PRI en el calzoncillo de Márquez pasó a segundo plano.

Hay indignación en México y entre aquellos que aman el boxeo más allá de nacionalismos y simpatías. Es infame la pedantería con la cual se sacó en brazos a un hombre que se sabía derrotado y que no tuvo ese dominio, esa movilidad y esa pegada de antaño. Desafortunadamente, el boxeo es uno de los deportes que más se ha manchado con intereses fuera de su aura de valentía y talento; se manejan millones de dólares en las casas de apuestas, y los manejos turbios de intereses acaban siempre imponiendo la avaricia de unos cuantos contra el entretenimiento y las pasiones de muchos. Lo sucedido ayer dejó los reflectores apuntando hacia ese tema, en búsqueda de una explicación ante lo increíble.

Me quedo con la cátedra boxística de Márquez y con sus palabras al bajar del ring: "Esta pelea la ganamos, conectamos los mejores golpes, él (Pacquiao) lo sabe y la afición protestó". Es una lástima que un espectáculo tan bello y lleno de emociones se corrompa por las concupiscentes ambiciones de mafias tan poderosas. No encuentro otra forma de explicarlo: Las Vegas hizo el negocio del año a costas de uno de los ultrajes del siglo; Márquez cobró la gloria de campeón sin corona, Pacquiao sólo cobró.

Los fanáticos del mundo no merecen esa clase de engaños... Así no se puede creer en un deporte como el boxeo.

2 comentarios:

  1. Una tristeza total, independientemente que se trate de un mexicano, estas cosas no deberían de pasar en el deporte. "Pac Man" es un gran, gran boxeador, pero ha sido dominado por Márquez y anoche a excepción de 3 personas, todo mundo lo vio.

    Igual y ese parche del PRI dio mala suerte al campeón mexicano. Esos arruinan todo ja. Saludos.

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  2. El lugar de Manny Pacquiao en la historia del boxeo es incuestionable, pero siempre cargará con la mancha de la decisión de esta pelea... A ver qué pasa en la pelea con Floyd Mayweather, me gustaría ver si esto se podría repetir o Pacquiao vuelve a mostrar su capacidad a lo máximo.

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