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Rubens Sambueza, el líder del Club de la Pelea (Mexsport) |
Después de años de espera, el Deportivo Toluca ha llegado a una final del fútbol mexicano. Pasaron ocho años desde la última vez que el equipo logró el campeonato, en una dramática serie de penales contra Santos Laguna, quien vuelve a ser el rival del equipo en esta ocasión. Como trabajo los domingos, no podré estar presente en el estadio, pero los nervios siempre están alertas y hoy quiero celebrar.
Es bien sabido por los que somos fanáticos del equipo rojo del Estado de México que el equipo siempre ha tenido la vocación de sufrir a la hora de jugar finales: desde hace 20 años que comenzó la época dorada del club, el Toluca ha sufrido con desventajas holgadas, goles tempraneros y/o de último minuto en contra, golpes anímicos, tandas de penaltis cardíacas y tres definiciones perdidas cerrando en casa.
Sin embargo, todo ello no ha importado porque los fanáticos han encontrado las maneras de renovar sus ilusiones. A pesar de que esta versión del Deportivo Toluca es muy temperamental, endeble en defensa y sin demasiadas variantes en ofensiva, ha encontrado suficiente personalidad para competir hasta las últimas consecuencias. Es un equipo como Hernán Cristante, con muchos tamaños y con mucha voluntad; es justicia divina que el portero más ganador de la historia del equipo esté a pocos pasos de la gloria con técnico.