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La Diputada Josefina Vázquez Mota (Foto de Porfirio Patiño) |
En el argot político mexicano actual, se utiliza el término "destaparse" cuando un personaje notable de este medio manifiesta sus intenciones de competir por un puesto de muy alto rango, específicamente, la presidencia de la República.
La historia del término proviene de los tiempos cuando el PRI era EL partido político de la vida nacional. En el priísmo más autoritario y demagogo (la "Dictadura Perfecta" de la cual hablara en 1990 Mario Vargas Llosa, galardonado la semana pasada por el gobierno de Felipe Calderón y las universidades públicas más importantes del país, la UNAM y la UAM), el término era de lo más familiar y común a la hora de asignar al candidato, el cual, debido a que la democracia en esos tiempos era mero simulacro, sería el futuro presidente de México.
El método del tapado, también llamado "dedocracia", funcionaba de la siguiente manera: el mandatario saliente solía tener su "tapado", un personaje de su grupo cercano que fuera de toda su confianza para sucederlo en la silla presidencial, entre varios candidatos. Tras una nube de rumores periodísticos, conjeturas de parte de las "bases" (los sectores sindicales obreros y campesinos afiliados al PRI) y de pavoneos de los posibles sucesores ante la alta cópula del partido, el presidente señalaba, mediante el llamado "dedazo" a aquél que sería el candidato del PRI para la elección, dándose por hecho que sería el ganador de la misma.
Tras el fraude electoral de 1988, los magnicidios de 1994 en el PRI (entre ellos, el del ex-candidato Luis Donaldo Colosio) y el proceso de "apertura democrática" de la gestión del ex-presidente Ernesto Zedillo, esas viejas costumbres priístas se dejaron de lado. Para las elecciones del 2000, el candidato priísta fue elegido por vez primera por medio de un proceso democrático, y no por los intereses del mandatario en turno. Esta votación marcó la llegada a la presidencia del PAN, gracias a la ingenua voluntad del carismático Vicente Fox y a diversas negociaciones. Con el panismo, el término del "tapado" cedió su lugar al de "destape".