abril 07, 2012

De mi Viaje a Huatulco 2012: Playlist y Recuerdo Borroso #4

Bahía Conejos (En Instagram: @franzmovi)

Hace una horas, regresé a la Ciudad de México después de haber ido de vacaciones a Huatulco, Oaxaca con mi madre y mi hermana. Como había pronosticado, el que se reventó más fui yo, mientras ellas descansaron y se portaron demasiado bien; pero para dejar registro de lo que ocurrió en estos cinco días, iré por puntos:
  • Hotel nuevo en zona nueva; Huatulco no dejará de crecer en un rato: Alguno de los gringos con los que platiqué me dijo que leyó en una revista que Huatulco sería "el nuevo Cancún", y creo que en el futuro próximo será el destino de moda y plusvalía. Nos quedamos en un hotel  muy nuevo, ubicado en la Bahía de Conejos, llamado Secrets Huatulco Resort & Spa. Bellísimo resort, sólo para adultos, con gente amable y cabal, instalaciones recién estrenadas y servicios magníficos, en una zona que hace algunos años era una playa virgen; no recomendarlo es imposible.
  • El edificio del Secrets es una cosa rarísima y ultramoderna, demasiados elevadores que sacrifican funcionalidad por lo sensorial de la vista al mar; además, los baños tienen puertas translúcidas y una pared móvil que daba vista desde la tina a las camas, detalles subliminales dignos de un hotel de paso, pero no para quien viaja con su familia. Comprendí que si quería bañarme tranquilamente, tenía que subirme a la habitación antes que mi mamá y mi hermana, para dejarlas a ellas hacer lo que quisieran después.
  • Como suele pasar en todas estas cadenas caras de hospedaje y entretenimiento, la mayoría de los visitantes fueron extranjeros: norteamericanos, canadienses, alguno que otro alemán y la dosis de nacionales que se fue acrecentando hacia el Jueves Santo. Conociendo personas me fue bastante bien: temas profundos y discusiones intensas en dos idiomas, con muchas conclusiones interesantes.
  • Nota para la próxima, fue muy mala idea embriagarse durante el primer día: Después de meterme a la alberca, sentí una extraña sensación de sed que quise aliviar con cerveza y Jack n' Coke mientras platicaba con S. y N., Pareja-Nacional-Número-1, en el bar de la alberca del hotel. El daño ya estaba hecho cuando fuimos a cenar, y al salir del restaurante, me provoqué un esguince en el dedo pulgar de la mano derecha. Mamá me mentó la abuela paterna, mi hermana se puso como loca y yo amanecí con severa cruda; maldita Coca-Cola.
  • Huatulco es la ciudad donde se albergan algunos de mis recuerdos de infancia más lúcidos: Caminar por el centro del pueblo, llamado popularmente La Crucecita, y por el Mercado de Artesanías, fue una experiencia de reencuentro para mí. Por ejemplo, lloré en la Paletería Zamora cuando me di cuenta de que aquellos portales que parecían inmensos para el niño de 8 años que fui no eran tan altos; no sé explicar las razones por las cuales ese lugar es tan especial, sólo sé que lo es. Nunca había entrado a la Iglesia del pueblo, pero esta vez lo hice y me llevé tremendas carcajadas al ver la falta de decorum de los murales del ábside del templo. En resumen, mis mundos se juntaron en una sola tarde.
  • El Lunes tembló en el pueblo; un 6.2 que asustó a la gente pero que nuevamente no sentí: Estábamos en la Crucecita cuando pasó, y me enteré porque mi hermana me lo dijo. De vuelta en el hotel, era el tema de todos los restaurantes y de todas las albercas; una pregunta de elevador sobre cómo nos había ido a los de la Ciudad de México hace unas semanas me permitió conocer a dos matrimonios de americanos con quien pasé gran parte de la estadía en el hotel. La Pareja-Extranjera-Número-1 la componían D. y T., mientras la Número-2 eran J. y C; un par de polos opuestos del norte del país vecino que merecerían una entrada aparte. ¿Cómo los describo en pocas palabras? Un par de locos y un par de cuerdos.
  • La Bahía del Maguey, renovar un ritual: En Huatulco hay 9 bahías, pero la del Maguey siempre ha sido mi favorita y la que más significa para mí. De todas, es la más tranquila, y mis padres me llevaban ahí no nos revolcaban las olas como en otras playas más agresivas como La Entrega. Los guías de turistas suelen decir que es una "playa ideal para los niños", además de que tiene arrecifes para hacer snorkel; de hecho había más gente que la que esperaba, pero no dejé que esto me amargara. Alguna vez mi papá me dijo que no lo enterráramos, que quería que sus hijos llevaran sus cenizas al Maguey; por eso siempre voy ahí con gusto y expectativa, para tener en cuenta que algún día tendré que despedir a la persona que más me quiere en el mundo entre sus aguas.
  • En Huatulco encontré el enfoque que había estado buscando desde inicios de año para la novela que estoy escribiendo. No sé si fue la paz de estar frente al mar, o el exceso de alcohol, o la euforia de las memorias recobradas, pero pude seguir pensando e imaginando la historia; también me he dado cuenta que no debería preocuparme por la estructura del relato, sólo debo seguir escribiendo todo lo que se me ocurra para después poder pulirlo a detalle. Por ahora no les contaré de qué va, aunque muchos se enteraron en el trayecto alcohólico; sólo puedo decirles que mis últimas lecturas de Cortázar y Rushdie me marcaron demasiado, y necesito tener muchísimas más influencias y ejemplos para encontrar mi propia voz.
  • Los tragos y la comida, lo mejor del hotel: Restaurantes temáticos, cocteles coquetos, parrilladas que hicieron gritar a mi vesícula; en este hotel, no escatiman en gastos para hacer sentir bien a sus visitantes. Además del clásico y accesible buffet, había un restaurante mexicano con sazón accesible tanto para paladares nacionales como para extranjeros, uno francés bastante chic y uno italiano bastante decente, amén de una parrilla oriental y un restaurante de mariscos, a los cuales no pudimos entrar porque requerían una reservación y una etiqueta muy estricta. La bebida era servida con dádiva, lo cual me terminó traicionando en muchas ocasiones, y la variedad era amplia; me di un festín de aperitivos para la hora de escribir, comía con cerveza y dejaba el Jack Daniel's para la convivencia. Convivir y platicar con los barmans (?) permite conocer algunas recetas interesantes de algunos cocteles y shots bizarros que se inventan los turistas, los cuales valen la pena para intentarlos en una fiesta; además, estos hombres permitieron que lo que llevo de la novela fuera más fácil de lo que esperaba.
  • Me volvió a ocurrir que conozco gente interesante en el momento final del viaje, y que el destino tiende a pegar carcajadas en el rostro de quien menos se lo espera, producto de su juego caprichoso con el tiempo y el espacio. En mi última noche, me encontré con N. y G., una preciosa y novel pareja, con un magnetismo y una química que apuntan a trascender. Intelectual y psicológicamente, me desnudaron; no hubo secretos que no saltaran a la vista, y es ese tipo de personas las que más trabajo me cuesta encontrar. Espero tener buenas noticias sobre ellos, y por qué ocultarlo, me interesan demasiado, en lo literario y en lo amical.

El kiosko de La Crucecita (En Instagram: @franzmovi)

Y si tuviera que agregar un soundtrack para todo lo enumerado arriba, sugeriría estas canciones: las que surgieron de mi iPod y las que aparecieron de repente de alguna parte; las que se mencionaron, las que se cantaron, las que configuraron una pared más de emoción para una odisea inolvidable.
  1. ABBA - Voulez-Vous?
  2. Los Abuelos de la Nada - No Te Enamores Nunca de Aquel Marinero Bengalí
  3. Alejandro Sanz - Si Tú Me Miras
  4. Bee Gees - You Should Be Dancing
  5. Benny Golson - Killer Joe
  6. Bola de Nieve - Vete de Mí
  7. Caifanes - Detrás de Ti
  8. Carlos Gardel - El Día Que Me Quieras
  9. Charles Aznavour - She
  10. Daniela Romo - Celos
  11. Dave Matthews Band - Crush
  12. Donna Summers - On the Radio
  13. Gomez - Pick Up the Pieces
  14. Grand Funk Railroad - Shinin' On
  15. Haydeé Milanés - Tu Nombre
  16. Joaquín Sabina - Y Sin Embargo
  17. John Kander - All That Jazz
  18. José Alfredo Jiménez - Paloma Querida
  19. The Libertines - Time for Heroes
  20. Luis Miguel - Todo y Nada
  21. Madonna - Music
  22. Natalia Lafourcade - Ella Es Bonita
  23. Neil Diamond - Sweet Caroline
  24. The Pains of Being Young at Heart - Heaven's Gonna Happen Now
  25. Quiero Club - It's All About Dundun
  26. Ricardo Arjona - Primera Vez
  27. Ruido Rosa - Más
  28. Serge Gainsbourg - L'Hôtel Particulier
  29. The Stone Roses - I Wanna Be Adored
  30. TV on the Radio - Keep Your Heart
  31. Valentín Elizalde - Lobo Domesticado
  32. Virus - Superficies de Placer
  33. Wilco - Jesus, Etc.
Paletería Zamora, en La Crucecita. Huatulco
(En Instagram: @franzmovi)

2 comentarios:

  1. Siempre es interesantísimo venir y leerte con la tranquilidad paradójicamente desesperada de llegar al final de tu crónica.
    Qué decir de tu playlist; Sanz, Sabina, Caifanes, Bola de Nieve (a veces en voz de Céspedes) y desde luego Gardel son fieles amigos de mis viajes.

    Me dejas la sensación de querer visitar Oaxaca en lugar de Chiapas en un viaje en solitario que planeo hacer para un proyecto literario.

    Un abrazo grande.

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    Respuestas
    1. Un abrazo para ti Ibeth. Gracias!!!

      Fíjate que no tenía planeado que este lugar fuera parte de mi propio proyecto novelístico, pero ya lo es; sin duda es parte de mi vida, y llevarlo a palabras lo volvería mucho más trascendente.

      Hay que aclararlo, yo conocí al Bola por Céspedes, fue insistencia de mi amiga I.L.; particularmente esa canción se convirtió en una de mis favoritas. Buena suerte en Chiapas, que todo salga bien...

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