agosto 20, 2012

Recuerdo Borroso #5: De lo que mi madre estaba haciendo el 20 de agosto de 1988

Gustav Klimt (1862 - 1918)
"Hope, II" (1907 - 08)
Óleo, platino y oro sobre tela, 110.5 x 110.5 cm
Museo de Arte Moderno, Nueva York

Hoy es mi cumpleaños número 24. Un día como hoy de 1988, mi madre me dio la vida a costa de nueve meses de cargarme en su vientre; un día como hoy, pegué mi primer llanto y tomé mi primera bocanada de vida. Mamá no es muy buena escribiendo cosas que no sean recetas e informes médicos, pero es su lado de mi familia el que almacena casi todas las memorias del niño que fui; hoy quiero contarles sobre el día en que nací, porque cuando mi madre me lo ha contado, siempre le encuentro un lado chusco.

Nací en el entonces bastante nuevo Hospital de Ginéco-Obstetricia No. 221 del IMSS en Toluca, veinte minutos después del mediodía del sábado 20 de agosto; medía 52 centímetros y pesaba 3 kilos 200 gramos. El día 19, mi mamá comenzó a sentir los dolores del parto; estaba cuidando a mi primo mayor, de mes y medio de edad, mientras que mis abuelos y sus hijos estaban en la fiesta de graduación de mi tía C. Mamá dice que mi primo lloraba mucho y que fue muy difícil lograr que se durmiera, a eso agréguense los dolores de parto y tenemos un escenario difícil; por fin se durmió el sobrino, pero mi mamá estaba preocupada de que la fiesta se prolongara ahora que sus padres y sus hermanos estaban en casa. Sus "tactos" le decían que aún le faltaba para que su hijo naciera, pero la ansiedad era más grande.

La mamá de mi primo vivía justo frente a la casa de mis abuelos, por lo que mi tío le propuso a mi mamá que se fuera con su entonces mujer a dormir, algo que mi mamá rehusó. Fiel a su costumbre etílica, mi abuelo estaba bebiendo con uno de los compañeros de mi tía; cuando de eso se trata, la única ley es que "la casa pierde", lo cual significa que "botella que se abre, botella que se acaba". El malestar de mi madre era tal que tuvo que salir de su habitación, bajar las escaleras y prácticamente correr al invitado de mi abuelo. Mi entonces primerizo abuelo entendió la señal y fue a preguntarle a mamá si ya quería que la llevara al hospital; en la vieja Caribe 82 que entonces tenía, se dirigieron hacia el hospital, ya casi amanecía.

*****

Mamá suele aconsejar, "si vas a dar la luz y eres médico, ni se te ocurra decirlo". Las enfermeras la pusieron a esperar en una habitación al doctor Gámez, quien se suponía la iba a atender, pero los dolores eran cada vez más fuertes, por lo que se puso a dar vueltas para poder aguantarlos. El doctor estaba bastante ocupado cuando yo insistí en comenzar a dar lata con urgencia de nacer, por lo que los residentes tuvieron que llevar rápidamente a mi madre hacia el quirófano a pesar de que ella insistía que quería ver al doctor; tal fue la insistencia de ambos que el residente tuvo que llamarlo de emergencia.

"Me hubieras esperado unos minutos". Pero ya no había tiempo, la fuente estaba rota y mamá había comenzado su trabajo de parto; "a ver, puja fuerte". Sin necesidad de anestesia, llegué al mundo, podemos decir que mamá me parió con dolor, pero muy rápido. Nada demasiado romántico, llegué al mundo como debí llegar y no tengo quejas sobre ello; de hecho, al día de hoy me compadezco de los bebés que nacen por cesárea.

"Quiero ver a mi hijo, ¿cómo está mi hijo?", por alguna razón los médicos se desesperaron, sentían que mi madre estaba demasiado ansiosa después de que nací;  para proseguir con los procedimientos post-parto, le inyectaron ketamina, medicamento conocido como "droga de la verdad". Después de un largo sueño, mamá se enteró de boca de un residente de la cantidad de groserías que le había gritado a los presentes bajo el efecto de aquel medicamento tan potente; también se enteraron que mamá era médico y ex-alumna del director del hospital.

Cuando me vio por primera vez, le estaba dando la espalda al mirador de los cuneros; no lloraba tanto como esperaban. Mi abuelo suele decir que me veía como un ratón mojado, con mis cabellos parados y mis ojos grandes. Como mi papá trabajaba en aquellos días en Malinalco, no me conoció hasta días después; siempre he tenido la idea de que aquellos días fueron inmensamente felices.

agosto 16, 2012

Todos Contra Assange

Hey Jules, everybody wants you... (Reuters)

En una época histórica como la nuestra, tener escondido bajo tu comedor a un personaje como Julian Assange es una decisión controversial, te puede traer un número enorme de problemas y de simpatías a la vez. Ecuador ha decidido jugársela con el hacker y ciberactivista australiano fundador de WikiLeaks, acusado por Suecia de haber cometido cuatro delitos sexuales. En la mañana del día de hoy, el presidente Rafael Correa decidió otorgarle asilo político, lo cual significaría que Assange tendría protección de todo tipo en territorio ecuatoriano.

Pero existe un problema por todos conocido: desde hace siete semanas, Assange está refugiado en la Embajada del país sudamericano en el Reino Unido, ubicada en el londinense barrio de Knightsbridge, al centro de la capital inglesa. El derecho internacional otorga inmunidad a todos los recintos diplomáticos, así como a sus trabajadores; sin embargo, la ley británica otorga a sus policías la posibilidad de revocar estas prerrogativas, lo cual abriría un resquicio para detener al australiano. El gobierno que encabeza David Cameron, quien en este momento disfruta sus vacaciones en España, ha declarado su intención absoluta de no dar el salvoconducto para dejarlo salir de sus terruños.

agosto 12, 2012

De los Juegos Olímpicos de Londres 2012

Poster Vintage (Visually Overwhelming)

Diecisiete días pasaron llenos de emociones diversas que unieron a un mundo alrededor del deporte; Londres fue la sede, una ciudad donde miles de culturas se han juntado a lo largo de la historia, donde el mundo se resume a orillas del Támesis. Después de la magnificencia de los JJ.OO. de Beijing en 2008, el espíritu olímpico volvía a una de sus sedes históricas, la cual había organizado antes los de 1908 y 1948; esta vez no habría juegos al vapor o mermados por la posguerra, los británicos lanzaron la casa por la ventana y gestaron una justa memorable.

La inauguración fue extática, la clausura no tanto, pero lo que tuvieron en común fue la calidad de la dirección artística, la cual corrió por cuenta de Danny Boyle, director conocido por Trainspotting (1996) y Slumdog Millionaire (2008). La inauguración escenificó toda la historia del Reino Unido, para darle paso a James Bond, la reina Elizabeth II, Mr. Bean y lo mejor de la música que ha dado la Gran Bretaña al mundo; la ceremonia de clausura me dejó un sabor de boca agridulce, demasiado pretencioso y plástico en comparación a la apertura, y de no ser por Monty Python y Queen, hubiera sido lamentable. Ahora le tocará a Río 2016, y yo he comenzado a contar los días para ese evento que promete ser tan bueno como éste.