agosto 12, 2012

De los Juegos Olímpicos de Londres 2012

Poster Vintage (Visually Overwhelming)

Diecisiete días pasaron llenos de emociones diversas que unieron a un mundo alrededor del deporte; Londres fue la sede, una ciudad donde miles de culturas se han juntado a lo largo de la historia, donde el mundo se resume a orillas del Támesis. Después de la magnificencia de los JJ.OO. de Beijing en 2008, el espíritu olímpico volvía a una de sus sedes históricas, la cual había organizado antes los de 1908 y 1948; esta vez no habría juegos al vapor o mermados por la posguerra, los británicos lanzaron la casa por la ventana y gestaron una justa memorable.

La inauguración fue extática, la clausura no tanto, pero lo que tuvieron en común fue la calidad de la dirección artística, la cual corrió por cuenta de Danny Boyle, director conocido por Trainspotting (1996) y Slumdog Millionaire (2008). La inauguración escenificó toda la historia del Reino Unido, para darle paso a James Bond, la reina Elizabeth II, Mr. Bean y lo mejor de la música que ha dado la Gran Bretaña al mundo; la ceremonia de clausura me dejó un sabor de boca agridulce, demasiado pretencioso y plástico en comparación a la apertura, y de no ser por Monty Python y Queen, hubiera sido lamentable. Ahora le tocará a Río 2016, y yo he comenzado a contar los días para ese evento que promete ser tan bueno como éste.

Fueron unos juegos excepcionales, y aunque podríamos indagar que no fueron tan espectaculares como los anteriores, algo que sí podemos presumir en México fue la buena cosecha de medallas, la mejor que ha tenido una delegación de nuestro país que no fuera la de México 68. Una presea de oro, tres de plata y tres de bronce son pocas para la cantidad de atletas que se enviaron a Londres, pero al menos tenemos el consuelo de que hay lugares en donde sí se está trabajando.

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Herrera, Aquino, Fabián, Oribe y Giovani con el Oro...

La medalla de oro de la selección de futbol fue la menos esperada y la más deseada, no porque supiéramos que México no tenía equipo, sino porque este deporte es el único que recibe gran infraestructura y patrocinios por resultados irregulares; no es el gran triunfo, pero al menos ya hay algo qué presumir. La Copa América del año anterior propició cuestionamientos hacia el técnico, Luis Fernando Tena, brazo ejecutor que tuvo la difícil misión de tener listo un representativo que hiciera una labor decorosa y que calificara a la justa. Después de un buen preolímpico y de la victoria en el Torneo Esperanzas de Toulon, este Tri vio los focos rojos encendidos en su pretemporada, pero supo reponer su andar en un escenario que tenía grandes ausencias y que vio grandes sorpresas.

Lo predecían algunos de los que saben, ningún torneo podría ser más fácil para el seleccionado azteca, el cual encontró su mejor futbol después de un gran susto con Senegal en los cuartos de final. Oribe Peralta, figura absoluta del equipo, encontró los goles cuando tuvo que encontrarlos; el portero José de Jesús Corona y los defensas Diego Reyes, Carlos Salcido e Hiram Mier mantuvieron a raya a los ataques más explosivos, y Giovani Dos Santos, Jorge Enríquez, Héctor Herrera y Marco Fabián hicieron su trabajo en el ataque con profundidad. En semifinales, vencieron a una ordenada representación de Japón y en la final por el oro derrotaron con lo justo a la siempre atómica Brasil, país que tiene en México un padre para finales de futbol y al que se le sigue negando este torneo.

Wembley, la gran catedral del futbol, fue el escenario donde el Tricolor se encontró a sí mismo y logró su consagración; fue emocionante escuchar el himno nacional en un terreno tan sagrado, y me queda claro que mucha gente está contenta, aunque hay que mantener los pies en la tierra. Se viene la fase de calificación para el mundial de Brasil, donde estarán los mejores equipos con sus mejores representantes; ahora hay que pensar en lo que va a pasar dentro de dos años, ahí sí se medirá la salud de este deporte, para bien y para mal, el que más apasiona a México.

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Fléchame a mí cuantas veces quieras, Aída Román

Una de las disciplinas que más emoción y sorpresa causó para los mexicanos fue la del tiro con arco, la cual dio un 2-3 en el podio de la competencia individual para mujeres. Fueron Aída Román y Mariana Avitia, dos chicas que tuvieron las suficientes agallas para confrontar sus nervios, reducir las pulsaciones de sus corazones y disparar precisas en el Lord's Cricket Ground ante las mejores del mundo en su especialidad; aún cuando tuvieron que eliminarse entre ellas en semifinales, compitieron a lo máximo de su capacidad. Avitia ganó su bronce ante la veterana norteamericana Khatuna Lorig, y Román compitió hasta la "flecha de oro" ante la mejor del mundo, la sudcoreana Bo-Bae Ki, quien se llevó el oro por la regla de cercanía al centro. Mención especial de mi parte merece Luis "el Abuelo" Álvarez, quien entre los hombres fue el que sacó la cara todo el tiempo.

En clavados, cayeron tres de las siete medallas de la delegación. La plataforma de 10 metros produjo dos platas en clavados sincronizados, una por sexo; Paola Espinosa dio la cara una vez más, acompañada esta vez por una jovencita llamada Alejandra Orozco, y la dupla de Germán Sánchez e Iván García dio la sorpresa. En trampolín de 3 metros individual para mujeres, Laura Sánchez sacó un bronce sufrido; su historia es de las más ejemplares y extrañas, por dos centésimas ante la sorpresa de una federación que hace algunos años la quiso hundir en el ostracismo por su relación sentimental con su entrenador.

Finalmente, el país sabía que en el Tae Kwon Do había esperanzas de presea muy sólidas, y la campeona olímpica de Beijing 2008 en categoría de más de 67 kg, María del Rosario Espinoza, era la principal carta de la delegación. En un controvertido combate, la de Sinaloa cayó ante la posterior campeona serbia Milica Mandic, pero los protocolos de su deporte le dieron nuevas oportunidades en el repechaje por un bronce; nada fuera de lo común, no falló. No fue fácil para ella, nos tocó verla sufrir por varias lesiones que ocurrieron durante su esfuerzo, pero el coraje puede más cuando de golpes se trata. Tras derrotar a la samoana Talitiga Crawley y a la cubana Glenhis Hernández, María logró la medalla que cerró el medallero para la delegación mexicana. Mención especial debemos hacer para la queretana Jannet Alegría, que cayó en su repechaje por el bronce categoría 49 kg ante la croata Lucija Zaninovic.

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Un Tritón nació en Baltimore, se llama Michael Phelps

Londres 2012 se fue, ojalá que estas competencias duraran un poco más, la emoción es demasiado estimulante y hemos tenido la fortuna de ver a grandes leyendas del deporte en su absoluta plenitud. Somos afortundos de haber visto nadar al más grande de la historia olímpica, Michael Phelps; contaremos a nuestros nietos cuando Usain Bolt volaba en el tartán y hemos conocido muchas historias excepcionales para el movimiento olímpico. Por vez primera, compitieron mujeres por Arabia Saudita y por Bahrein y una chica de raza negra, Gabrielle Douglas, ganó un all-around de gimnasia. Por primera vez, Granada, Guatemala y Botswana ganaron una medalla de cualquier metal y un hombre que nació sin piernas, Oscar Pistorius, compitió en la pista como uno más. Se rompieron 31 récords mundiales en 302 pruebas de 29 disciplinas y se repartieron 962 medallas entre 85 países.

Nada mal para unos Juegos Olímpicos, yo diría que fue más de lo que esperaba.

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