agosto 22, 2011

Notas de Fútbol: De la balacera en Torreón y el Tercer Lugar de la Sub-20

(Antes de comenzar esta nota, quiero mandar saludos a los lectores que me felicitaron por mi cumpleaños, cuyos blogs recomiendo y sigo con devoción e interés: Violeta, Aldonza, Beto, Virginia y Haikú. Gracias y nos seguimos leyendo...)

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Esta vez, hablaré del fin de semana que acaba de pasar en el fútbol mexicano, enmarcado por dos sucesos contrastantes, que evocan dos reflexiones muy diferentes en relación con la sociedad mexicana, la situación actual del país y su relación con el deporte.

Este fin, debido a las festividades de mi onomástico, realizadas en mi hogar con familiares y amigos, me mantuve al margen de ver el fútbol; incluso no fui al estadio a ver a mi Toluca contra el Atlante, como acostumbro hacer cada 15 días.

Sin embargo, no es correcto mantenerse indiferente a las malas noticias, y es menester celebrar las buenas nuevas.

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Aficionados del Santos en la cancha del TSM, justo
después de la suspensión del juego Santos - Morelia
de la J6 del Torneo de Apertura 2011por detonaciones
de arma de fuego. (AP Photo / El Siglo de Torreón)

Lo que ocurrió el pasado sábado en la cancha del equipo Santos Laguna durante su partido de Jornada 6 del Torneo de Apertura 2011 contra Monarcas Morelia fue muy triste y quedará en los recuentos de la infamia, porque es un atentado hacia los valores que el Bello Deporte promueve como juego-espectáculo para las familias, en ambiente de paz y justa competencia. El mismo campo que, el mes pasado, fue testigo de la gloria apoteósica de la Selección Mexicana Sub-17 contra su similar de Alemania, fue víctima del peor atentado relacionado con un espectáculo en nuestra historia reciente.

Se jugaba el minuto 39 del Primer Tiempo en el Nuevo Estadio Corona, parte del complejo deportivo-comercial llamado Territorio Santos Modelo, ubicado a las afueras de la ciudad de Torreón, en el estado de Coahuila. Todo estaba demasiado tranquilo, demasiado quieto, ya que el juego era un tremendo somnífero hasta que, en las afueras del estadio, se empezaron a escuchar detonaciones de arma de fuego que desataron el pánico entre los jugadores, árbitros, trabajadores y aficionados presentes.

Todo el mundo comenzó a buscar refugio para protegerse de alguna bala que pudiera cruzar, incluso se pensaba que los impactos pudieron haber empezado dentro del lugar. El desaguisado obligó a que el partido se suspendiera debido a la falta de condiciones de orden. La seguridad del lugar pidió que nadie se saliera del estadio, para después permitir el acceso a la cancha a la gente; afortunadamente, hubo una mala entrada en el partido, lo cual permitió que el movimiento de las gentes presentes fuera fluido y sin tanto desorden.

Según el reporte oficial, la balacera ocurrió entre la policía y un grupo de presuntos delincuentes que se negaron a detenerse ante un retén. La pelea causó daños estructurales al estadio, producto de balas perdidas que se dispararon. Se reportó un herido entre las fuerzas del orden, quien tuvo una lesión en la mano; poco después se encontraron diversas armas largas que fueron utilizadas en la confrontación.

Lo único que podemos agradecer es que no hubo pérdidas humanas que lamentar, pero la lección que nos impone este terrible suceso es muy dura. La batalla del gobierno mexicano contra el narcotráfico ha llevado a que la violencia en nuestras ciudades sea mucho mayor. El estado de Coahuila ha sido uno de los territorios más afectados por las disputas territoriales entre los grupos delictivos que operan en el país; en este caso, se habla de una lucha entre el Cártel de Sinaloa y los Zetas, cuyas sangrientas consecuencias son vividas todos los días por los habitantes de la Comarca Lagunera y demás regiones del estado.

El pasado sábado, el fútbol sucumbió ante la pesada losa de nuestra realidad. Estamos hablando de uno de los entretenimientos más apreciados por los mexicanos, fenómeno que ha demostrado en mil ocasiones que es capaz de dar impulso vital a la rutina de todos los días; se trata también de un negocio muy redituable para las empresas que invierten en él, y no tener gente en los estadios causará pocas utilidades para sus chequeras. En pocos días comienzan los Juegos Panamericanos de Guadalajara, la justa olímpica más importante del continente americano, y la noticia de Torreón ha prendido focos rojos que no se pueden ignorar.

Perder la voluntad para salir de nuestras casas para ir a un estadio, o a un concierto, o a cualquier otra diversión, sería para muchas personas como perder algo sin lo cual no podríamos seguir viviendo. Los aficionados que atestiguaron esos minutos de terror no van a poder olvidarlo, y tristemente, muchos de ellos tardarán en volver a ir al estadio a ver a sus Santos.

Hay que estar alertas. No se puede vivir con miedo.

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Jorge "Chatón" Enríquez, Capitán de la Selección Mexicana Sub-20
y ganador del Balón de Bronce del Mundial de la categoría
Colombia 2011 (Mexsport / mediotiempo.com)

El suceso anterior, debido a su gravedad, logró eclipsar a la noticia agradable y positiva del día. Me refiero al Tercer Lugar conseguido por la Selección Mexicana Sub-20 en el campeonato mundial de la categoría, celebrado en Colombia.

El pabellón había quedado alto con la gesta realizada por los Sub-17 en el campeonato que se celebró en nuestro país, aunque había deseos de que este representativo hiciera un buen papel en su campeonato. Se juntó un equipo competitivo, con algunos elementos que ya tenían experiencia en la Primera División de nuestro fútbol. Estos chicos se prepararon en torneos importantes, donde pudieron adaptarse a la filosofía de su entrenador, Juan Carlos "la Pájara" Chávez.

La primera fase fue complicada para este grupo, pues pese a que pasaron a la siguiente ronda como Segundo Lugar del Grupo F, sufrieron para encontrar contundencia y conjunción. Fueron derrotados por Argentina, le ganaron a Corea del Norte y sufrieron para empatar con Inglaterra. Los Octavos de Final también fueron complicados, pero lograron ganar en penales contra Camerún. En Cuartos, dieron su mejor partido del torneo al dejar fuera al anfitrión, con todo el Campín de Bogotá en contra, pero se vieron derrotados en Semifinales ante un mucho más contundente equipo de Brasil, que se coronó a la postre como Campeón ante un muy digno combinado portugués.

Quienes piensen que celebrar un Tercer Lugar es un acto de mediocridad, no están tomando en cuenta el esfuerzo que estos 21 chavos hicieron para alcanzar este logro. La Sub-20 salió al Campín de Bogotá a jugarle una final a la selección de Francia, la cual mostró el juego rápido de sus jugadores morenos y se fue arriba en el marcador pronto con anotación de su goleador, Alexandre Lacazzette. Se necesitó de un error imperdonable del guardameta galo para que los mexicanos volvieran a la pelea rápidamente; desde ese momento, se comenzó a inclinar la balanza a favor de ellos. El marcador de 3-1 reflejó con coherencia la convicción de un grupo que comenzó a creer en sí mismo en los momentos difíciles, como fue el caso de ese partido y otros más.

De este equipo hay que destacar a varios jugadores: Jorge "Chatón" Enríquez, de las Chivas, es un recuperador rocoso pero efectivo, que además tiene un muy buen toque de balón y capacidad para moverse por la cancha; el Balón de Bronce que ganó fue una distinción puntual a su consistencia y entrega. Edson Rivera, del Atlas, es un tremendo atacante por izquierda que resultó ser letal en el momento importante. El defensa Nestor Araujo, del Cruz Azul, debe ser uno de los jóvenes más prometedores de su posición en la actualidad. Los aficionados de los Pumas conocen muy bien la habilidad de Carlos Orrantia, quien ya fue campeón de nuestro balompié como elemento importante de su equipo; los de la UNAM también contribuyeron con el mediocampista Diego de Buen y el delantero David Izazola. Ulises Dávila y Erick "el Cubo" Torres, ambos de Chivas, llevan rato siendo parte importante del equipo rojiblanco. El portero José Antonio Rodríguez, del Veracruz, puede crecer mucho más, lo mismo que el americanista Diego Reyes y Taufic Guarch, de Estudiantes Tecos. Como aficionado del Toluca que soy, me da gusto saber que la cantera de mi equipo aportó a esta generación con el defensa Héctor Acosta.

Los Sub-20 lograron darle un final con broche de oro a una temporada futbolística llena de logros importantes para México: pese al impronunciable papelón en la Copa América y a la mala fortuna de la Selección Femenil en su Mundial, la victoria de la Selección Mayor en Copa Oro, el campeonato de los Sub-17 y el Tercer Lugar en el Sub-20 han dejado una impronta que señala tiempos mejores para el fútbol mexicano. Esperemos que el síntoma de triunfo se contagie en otros aspectos de nuestras vidas.

Son estas alegrías las que aderezan a este juego tan hermoso, a pesar de todos los problemas que ocurren en el mundo...

2 comentarios:

  1. ...y mira como son las noticias, yo no sabía del triunfo de México.

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  2. Pues así son las noticias... Desafortunadamente los atentados que han ocurrido en estos días han afectado a las noticias agradables, las pocas que vale la pena celebrar...

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