El pasado 13 de octubre, el Museo de Arte Moderno (MAM) inauguró la exposición "Fábrica Mexicana: Diseño Industrial Contemporáneo". Esta muestra fue concebida en asociación con el evento Design Week México 2011, el encuentro de diseño y arquitectura que reúne a lo mejor del interiorismo en el país. Además, el MAM retoma una de sus misiones históricas, la difusión de las nuevas tendencias del diseño internacional, como ocurrió en 1971, año en que tuvo lugar el Primer Salón Mexicano del Diseño. Se recopilaron 125 piezas de diversos gabinetes creativos y diseñadores, ordenados en criterios que abarcan las problemáticas principales del diseño industrial en nuestro país.
Algunos de los nombres importantes que destacan en la muestran son los siguientes: Héctor Esrawe, Emiliano Godoy, Ariel Rojo Design Studio, Joel Escalona, Ezequiel Farca, Mauricio Lara, Bala Studio, Bamboocycles, Diseño Neko, eosmexico estudio, Sami Hayek, Pirwi, Rococo, The Rug Company, 20/20 y muchos más.
En la inauguración, presenciada por un número importante de asistentes, estuvieron el director del recinto, Osvaldo Sánchez, y los curadores de la exposición, Graciela Kasep por el MAM, y el arquitecto Marco Coello por Design Week. Fuera de mi costumbre, llegué tarde, por lo que me perdí los discursos inaugurales, pero gracias a los reportes de prensa, podemos saber algunas de las cosas que se dijeron. El doctor Sánchez recalcó la relación del recinto que dirige con la historia del diseño y la divulgación de los diseñadores de vanguardia. Por su parte, Kasep declaró que la muestra buscaba dar a conocer las relaciones entre el diseño con lo comercial y con las implicaciones conceptuales que se encuentran detrás de cada objeto.
Como quizás sepan, yo no soy diseñador, pero gracias a las experiencias de la Universidad he tenido el gusto de conocer a muchos, lo cual me ha dotado de cierta sensibilidad hacia las cosas que ellos crean. Esta vez, me acompañé de K.P.A.G., diseñadora industrial; gracias a ella conozco un poquito de este ambiente, además, es ella quien me enamora de nuevo de mi profesión cuando tengo momentos de conflicto con ella. K. me guió a través de esta exposición, me habló de los diseñadores cuyos objetos íbamos encontrando, y me dijo muchas ideas que necesitamos hablar nuevamente. Afortunadamente, nuestras conversaciones nunca encuentran fin, pero esa es otra historia...
Si damos una vuelta rápida a la sala donde está montada esta exposición, podemos caer en la tentación de decir que es una simple oda al "gran diseño" mexicano, en donde apenas y se marcan esbozos de los pocos alcances que esta profesión ha tenido hacia el que debería ser su campo de recepción principal: el "gran público". Sin embargo, encuentro que entre lo chick de la curaduría y la organización de la muestra, hay un reconocimiento y una autocrítica: pese a que existe mucho talento y firmas prestigiadas, muchos de los avances a los cuales puede llegar el diseño industrial mexicano son aún asignatura pendiente.
El objetivo que persigue "Fábrica Mexicana..." es dar un panorama del diseño industrial mexicano en un momento de enorme significado para la disciplina. La exposición enumera el trabajo de diversos diseñadores y colectivos, otorgándoles diversas lecturas que buscan marcar problemáticas, soluciones y fundamentos del diseño en México, los cuales se enmarcan en cinco bloques: El primer problema que confronta la muestra es el de la relación entre el diseño y la sociedad, tanto con los usuarios como con los fabricantes. En México, muchas comunidades basan sus economías en la elaboración de productos; es gracias a la visión de algunos diseñadores que las tradiciones de fabricación se rescatan, dándoles un aire de contemporaneidad y permitiendo la supervivencia del trabajo artesanal local.
Uno de los asuntos engorrosos del diseño industrial en México y en el mundo es el debate sobre el diseño exclusivo, que cumple la función de ser objeto de deseo. La exposición trata también aquellos objetos que son considerados "gadgets de lujo", que cumplen más un ánimo de consumismo y de exclusividad. El diseño, desde los tiempos de la Bauhaus y De Stijl, se ha definido a partir de la tensión entre la belleza y la funcionalidad; uso y forma, utilidad y estética, necesidad y lujo, dicotomías que en cada diseñador, en cada firma y en cada generación de creativos se solucionan de manera diferente.
La relación entre diseño y medio ambiente es otro de los temas tratados. Los diseñadores se ven en la necesidad de utilizar materiales y procesos de fabricación que provoquen el menor impacto ambiental posible, llevando a un trabajo mucho más ético y responsable. La riqueza de materiales de fácil degradación permite que el diseño tenga una relación empática con el mundo contemporáneo, tan aquejado en sus grandes urbes por los problemas de polución y por la dificultad para degradar sus desechos sólidos.
El cuarto problema que marca la exposición es la polarización social representada por el problema del diseño único contra el de la seriación. El diseño industrial surge como una necesidad de hacer llegar productos de calidad a población con recursos limitados; el avance tecnológico y la transformación de la forma de ver los productos permite el éxito de la seriación. Sin embargo, México tiene el gran problema de no contar con la capacidad de producción ni con el poder adquisitivo para poder fabricar y obtener este tipo de productos, lo cual es el gran problema que tiene esta profesión en el país.
El último bloque, "La Experiencia de lo Público / Diseño para la Ciudad", enmarca diseño, arquitectura y urbanismo en el entorno citadino y su desarrollo. Uno de los grandes retos que esta profesión debe de confrontar en el futuro es el de poder renovar las ciudades, volviéndolas más fáciles de transitar, ayudando a disminuir la contaminación, reapropiándose de espacios perdidos, configurando la organización de los movimientos y asentamientos humanos, modificando malos hábitos y creando conciencia sobre un nuevo dominio del espacio público.
Se trata de una exposición que vale mucho la pena, sobre todo por las piezas que están expuestas, muestras magníficas del talento que existe en el campo del diseño industrial en México, el cual, como ya he mencionado, aún tiene muchos retos por delante.
Como quizás sepan, yo no soy diseñador, pero gracias a las experiencias de la Universidad he tenido el gusto de conocer a muchos, lo cual me ha dotado de cierta sensibilidad hacia las cosas que ellos crean. Esta vez, me acompañé de K.P.A.G., diseñadora industrial; gracias a ella conozco un poquito de este ambiente, además, es ella quien me enamora de nuevo de mi profesión cuando tengo momentos de conflicto con ella. K. me guió a través de esta exposición, me habló de los diseñadores cuyos objetos íbamos encontrando, y me dijo muchas ideas que necesitamos hablar nuevamente. Afortunadamente, nuestras conversaciones nunca encuentran fin, pero esa es otra historia...
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Si damos una vuelta rápida a la sala donde está montada esta exposición, podemos caer en la tentación de decir que es una simple oda al "gran diseño" mexicano, en donde apenas y se marcan esbozos de los pocos alcances que esta profesión ha tenido hacia el que debería ser su campo de recepción principal: el "gran público". Sin embargo, encuentro que entre lo chick de la curaduría y la organización de la muestra, hay un reconocimiento y una autocrítica: pese a que existe mucho talento y firmas prestigiadas, muchos de los avances a los cuales puede llegar el diseño industrial mexicano son aún asignatura pendiente.
El objetivo que persigue "Fábrica Mexicana..." es dar un panorama del diseño industrial mexicano en un momento de enorme significado para la disciplina. La exposición enumera el trabajo de diversos diseñadores y colectivos, otorgándoles diversas lecturas que buscan marcar problemáticas, soluciones y fundamentos del diseño en México, los cuales se enmarcan en cinco bloques: El primer problema que confronta la muestra es el de la relación entre el diseño y la sociedad, tanto con los usuarios como con los fabricantes. En México, muchas comunidades basan sus economías en la elaboración de productos; es gracias a la visión de algunos diseñadores que las tradiciones de fabricación se rescatan, dándoles un aire de contemporaneidad y permitiendo la supervivencia del trabajo artesanal local.
Mastretta MXT (2006) |
Mauricio Lara para eosmexico estudio "Silla Carlotta" (2009) |
Héctor Esrawe para Pirwi |
Bamboocycle UC-20 |
Se trata de una exposición que vale mucho la pena, sobre todo por las piezas que están expuestas, muestras magníficas del talento que existe en el campo del diseño industrial en México, el cual, como ya he mencionado, aún tiene muchos retos por delante.
"Fábrica Mexicana: Diseño Industrial Mexicano"
Desde el 13 de octubre hasta el 12 de febrero de 2012
Museo de Arte Moderno
Paseo de la Reforma y Gandhi s/n, Bosque de Chapultepec
Estaciones de Metro más cercanas: Chapultepec y Auditorio
Horarios: Ma a Do, 10:15 a 17:30 horas. Cerrado en Lunes
Admisión: MX$22 Estudiantes y adultos mayores entran Gratis
Entrada libre los Domingos.
www.mam.org.mx
Admisión: MX$22 Estudiantes y adultos mayores entran Gratis
Entrada libre los Domingos.
www.mam.org.mx
Hola, espero que te encuentres bien. Leo con gusto tu reseña sobre la exposición y aún mejor que tengo la suerte de que todavía alcanzaré a verla en el MAM. Me parecen interesantes dos cosas que mencionas a propósito de la exposición, la primera es la cuestión de la funcionalidad y la estética, tensión nunca resuelta completamente porque el diseño industrial o la arquitectura son artes funcionales por definición. Otra problemática permanente es la división entre el "gran público" y el sector restringido que potencialmente puede adquirir tales artículos. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarAgradezco tus palabras. Gracias por aportar. Esta expo estará hasta Febrero, por lo que podemos ir a darle otra vuelta y verla con más calma...
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