Skyfall: Por fin se hizo el nuevo James Bond

En una semana, he visto la nueva película de James Bond, "Skyfall" (2012) dos veces; no me he cansado de ella, sin duda es la mejor de la "era Craig" y un clásico inmediato de la saga. Sam Mendes hizo un gran trabajo al renovar la saga con nuevos actores y con una historia innovadora que toca de manera convincente el tema del ciberespionaje y la contrainteligencia digital, muy acorde a esta época de WikiLeaks y demás instituciones que desequilibran la balanza del secretismo gubernamental.

Muchas cosas se pueden analizar sobre esta nueva entrega del agente 007, como el final de la trilogía fundacional de ese "nuevo Bond" que los productores nos han prometido desde la elección de Daniel Craig como el nuevo ejecutivo de Universal Exports. "Casino Royale" retoma la raíz original de Ian Fleming, adaptándola a tiempos modernos, "Quantum of Solace" es la continuación del camino vengativo de aquel decepcionado agente, traicionado por el amor y menospreciado por su estirpe. Los fanáticos sabíamos que la saga debía dar un "paso de calidad" para nuestro mundo contemporáneo, y con la nueva entrega lo da.

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Un "juguetito" vintage para un elegante hitman...

Muchas cosas se pueden analizar sobre "Skyfall", pero vayamos primero al desempeño de Daniel Craig en su tercera intervención como James Bond. Esta vez, se le nota más cómodo que nunca con el papel del espía más famoso del mundo; fiel a la impronta que le ha dado, deja de lado aquel 007 impecable y glamoroso de sus antecesores en pos de uno mucho más crudo y humano. No puedo dejar de lado los guiños que la producción realizó a Sean Connery, desde la escena del alacrán, que se puede remitir a la tarántula de "El Satánico Dr. No" (1962), hasta el Aston Martin DB5 que utiliza en "Goldfinger" (1964). El típico "humor Bond" siempre estuvo presente en Craig, pero en esta ocasión es mucho más mordaz y atrevido que en las entregas anteriores.

Como siempre, la producción de las películas de James Bond lleva la cinematografía de las películas de acción a terrenos nuevos; en tiempos donde el Batman de Christopher Nolan ha llevado el género a dimensiones épicas, una franquicia "de vieja guardia" como James Bond debe de ponerse a la altura de antecedentes inmediatos desfavorables, algo que logra de manera aceptable. Entre gamas de color arenosas y pétreas, la trama de "Skyfall" se adapta como anillo al dedo a Daniel Craig y a su gama de emociones; aquí no vemos el colorido de los tiempos de Roger Moore, vemos una película de acción cruda donde si bien Bond sigue vistiendo impecable y sin despeinarse, no te está vendiendo el traje que utiliza. La canción de la película, llevado a cabo por Adele, cobra su verdadera dimensión interpretativa con la secuencia animada inicial; si la canción no los convence por sí sola, véanla en ese contexto.

Enorme sed de venganza, tinte rubio y mucha maldad...

La trama exige un Bond con imperfecciones, fatigado y harto de su trabajo, que por razones de su patriotismo vuelve de una supuesta muerte para defender a la inteligencia británica de dudas burocráticas de todo tipo. James Bond fue un personaje creado en plena Guerra Fría, sus enemigos de antaño eran naciones, ahora son mercenarios sin rostro ni convicciones claras; se trata de una nueva época donde James Bond deberá luchar contra enemigos escondidos bajo máscaras de sombras tecnológicas. Javier Bardem, uno de los actores más importantes del cine internacional, interpreta a un hilarante y malvado villano con enormes deseos de venganza hacia el Reino Unido; ninguno de los antagonistas de la década de los 2000's, tanto de esta era como de la etapa de Pierce Brosnan, se le acercan en lo memorable.

Judi Dench, la dama que por casi dos décadas llevo la oficina de MI6, se despide del rol de M con una interpretación dramática soberbia; sólo es cuestión de observar la disertación que su personaje realiza ante las autoridades británicas, donde cita un fragmento del poema "Ulysses" de Alfred Tennyson, para darse cuenta de su colosal status como una de las grandes actrices de la isla. En su lugar, quedará otro gran histrión, Ralph Fiennes, quien tendrá grandes zapatos qué llenar para poder quedarse grabado en la memoria de los fanáticos de la saga; la broma que estuve contando con mi hermana durante la semana es la siguiente, "de día, te manda a un Doble-Cero y de noche a los mortífagos".

El misterio, la seducción, la belleza, la tragedia... ¡Así sí, por favor!

La inclusión de Naomie Harris, una mujer británica de raza negra, como la nueva Moneypenny es más que atrevida; hará falta que desarrolle con Bond aquella tensión sexual que volvió entrañables a Lois Maxwell y a Samantha Bond. Celebré como nadie a Bérénice Marlohe, quien en unas cuantas escenas se consagró como la chica Bond que mejor ha englobado los cánones de belleza y misterio de la "era Craig"; sólo Eva Green en su rol de Vesper Lynd puede presumir tales virtudes. Quizás muchos dirán que la francesa tuvo muy pocas escenas para ser declarada una de las mejores chicas Bond de los últimos tiempos, pero lo que vi fue simplemente sensacional, es difícil de describir y no se trata sólo de una cara bonita.

Como el nuevo Q, tenemos a Ben Whishaw, quien por ahora no ha tomado ese papel picante que tenía su gran antecesor, Desmond Llewelyn; más parecido a un nerd de computadora que un experto en confeccionar gadgets llamativos, este Q parece apostar más por la practicidad que por lo inverosímil. La escena del Museo Británico, amén de un deleite para mí como historiador del arte, es una declaración de principios; este Bond rudo y seco necesitará sólo de lo necesario para salir a matar. Ya que de arte hablamos, el cuadro de Amadeo Modigliani que aparece en la escena del asesinato de Shanghai, no es otro que uno de los cuadros robados más famosos de la historia del arte; agradecí mucho el detalle de la trama.

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"Skyfall" para amantes del arte (en sentido de reloj):
Turner, Gainsborough, Wright de Derby y Modigliani

A diferencia de las películas anteriores, la secuencia del barril apareció al final de la película, prometiendo que Bond regresaría con una nueva misión y celebrando los cincuenta años de la franquicia más famoso del cine británico. Después del gran triunfo de "Skyfall", no sé qué esperar, pero lo único seguro es que mi sed por más acción Bond me está comenzando a matar.