ACTO 1
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| Que le vaya bien, que le vaya mal... |
"Adios Felipe"
PERSONAJES:
Felipe Calderón, presidente saliente.
Margarita Zavala, su mujer, Primera Dama saliente
María, Luis Felipe y Juan Pablo, sus hijos
Elementos del Estado Mayor Presidencial
Empleados de servicio en Los Pinos
En unas horas, el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México habrá llegado a su fin. Sin embargo, después de haber sacado sus cachivaches de la residencia oficial de Los Pinos, el pronto ex-presidente tiene un destino: el abrigo de la Universidad de Harvard, Cambridge, MA. Detrás, habrá dejado a un país herido por una guerra que no logró concluir con satisfacción, cuyo causus belli fue supuestamente el caos de las instituciones y la necesidad del estado de limpiar al país de criminales.
Sin advertirlo, en necesidad de justificar su cuestionada llegada, Calderón abrió cardenales en todos los rincones del país, se hizo alarde de la captura y muerte de diferentes líderes narcotraficantes y mandó al Ejército a manchar su honor y credibilidad en su nombre. Como el Tito Andrónico de Shakespeare, mostraba señales de locura; como el Aarón de la misma obra, creó cizaña y confusión a su alrededor, siempre lavándose las manos, incluso en su juicio final. Las consecuencias fueron desastrosas para la sociedad: miles de asesinatos sin resolver, un país envuelto en confusión y muchos saldos pendientes qué pagar con la sociedad.
Margarita Zavala, la mujer que con mucho esfuerzo debió de lavar las manos ensangrentadas de su marido, deberá criar a sus hijos en el ostracismo político por los siguientes seis años; las voces suenan en el caudal de los ríos diciendo que en 2018, le espera la máxima aspiración política del PAN, la candidatura a la Presidencia de la República. Como es costumbre entre los ex-presidentes del país, los Calderón Zavala se llevarán consigo un buen grupo de asistentes pagados por el erario y un retiro más que envidiable.
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ACTO 2
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| Nos cayó el Parque Jurásico... (Eduardo Salles / Cinismo Ilustrado) |
"El Gabinete PRIásico"
PERSONAJES:
Enrique Peña Nieto, presidente entrante, dinosaurio encopetado
Miguel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam, dinosaurios hidalguenses
Luis Videgaray, dinosaurio metrosexual y gran amigo de EPN
Rosario Robles, dinosauria ahumada de pasado perredista
Pedro Joaquín Coldwell y Emilio Chuayffet, dinosaurios en formol
Gerardo Ruíz Esparza, dinosaurio televiso de cuarta calaña
Dinosaurios y anexos diversos que salieron en la foto
Lamebotas e inconformes de diferentes matices
Hoy día 30 por la tarde en un prestigioso hotel de Polanco, al oeste de la Ciudad de México, el que será en unos minutos presidente constitucional del país, Enrique Peña Nieto, dio los nombres de su gabinete de trabajo para la primera etapa de su mandato. Tal como adelantaban los periodistas, el ex-gobernador del Estado de México se ha arropado de miembros prominentes de dos grandes grupos del priísmo, su Grupo Atlacomulco y el Grupo Hidalgo. El tan mentado "nuevo PRI" no es más que una versión maquillada de viejos saurios conservados, cachorros de la incipiente revolución tecnócrata, traidores a viejos colores, compadres a toda ley y demás personas finas e ilustres.
No sé si ustedes queridos lectores sean parte de aquel "pequeño grupo de inconformes" que se hace llamados por Twitter para indignarse por la llegada de Peña a Los Pinos y a organizar revoluciones desde su taza de café, o si como yo, han comenzado a resignarse y rezar ante el destino que la maquinaria de simulacros llamada Estados Unidos Mexicanos puso a andar en asociación con los poderes fácticos del país desde mucho antes de las elecciones pasadas; indignados o no indignados, lo reconozcan o no lo reconozcan, la camada de grandes reptiles jurásicos habrá de tomar las riendas del gobierno del país por los siguientes seis años.
Pienso que el nihilismo negacionista no es la postura a tomar en estos momentos; no hay elementos para un movimiento social brusco que terminaría por destrozar más las migajas en las que está nuestro país. Habrá que observar, criticar mordazmente, ayudar en lo posible y seguir trabajando por cambiar nosotros mismos junto al país.
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INTERMEDIO: EL SEXENIO QUE TERMINÓ
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| Se pasa en familia antes de la romería... |
Son las 0:34 AM del 1º de diciembre. Hace unos minutos, se realizó una ceremonia de "traspaso de poder" en Palacio Nacional, donde estuvieron presentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Según la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para que el presidente electo pueda convertirse en presidente constitucional, es necesario que rinda protesta ante el Congreso de la Unión en sesión conjunta con sede en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Así que, según la Carta Magna y pese al simulacro de investidura protocolaria que se armaron los gabinetes entrante y saliente, México está acéfalo por 10 horas. Aquí comienza el siguiente acto, con un acto solemne que está siendo gravemente tergiversado como el check point del 1 2 3 por mí de un juego infantil.
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ACTO 3
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| Manténgase San Lázaro des-pejado hasta mediodía... |
"Cámara Tomada"
PERSONAJES:
Felipe Calderón, presidente saliente
Enrique Peña Nieto, presidente entrante
Las familias de telenovela de ambos personajes
500 diputados y 100 senadores divididos por ideología
Elementos de Estado Mayor Presidencial
Inconformes de todo tipo de causa sin justicia
Grandes masas de nihilistas políticos operantes
Simpatizantes clavados de AMLO y Cía
Vallas y retenes de utilería pesada
Desde hace una semana, el Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados, está fuertemente resguardada por elementos del Estado Mayor Presidencial, así como por el cuerpo de seguridad interno de la sede legislativa y efectivos de la policía federal; pese a que un grupo de diputados del PRD hizo todo lo que estaba en sus manos para tirar y reclamar sobre ese blindaje, la fuerza militar no escarmentó; de hecho no lo haría. El temor a posibles manifestaciones de detractores del gobierno saliente y del entrante ha obligado a las autoridades a poner esta protección con demasiada antelación; los miedos del statu quo son tan conocidos como las injusticias que se reclaman.
La última carta que los enemigos más acérrimos de Calderón y Peña Nieto, entre los que se cuenta a una parte significativa del pueblo más desfavorecido de nuestro país y de los sectores más olvidados por doce años de panismo, es que Peña no tome la banda presidencial en el presidium de San Lázaro; si la ley se toma a rajatabla, se interpreta la ceremonia de investidura ante los representantes populares como el rito de iniciación sin el cual no puede haber gobierno.
El recuerdo del aparato organizado para la protesta de Calderón, en medio de gritos y sombrerazos, se ha refrescado, y se piensa evitar a toda costa; para esto, se prevé que la bancada simpatizante arrope como manada de cabestros a los protagonistas, desplazando con barreras estratégicamente colocadas a los legisladores de las bancadas de izquierda, el clásico cúmulo de representantes discordes de las tribus que conformaron el brazo de Andrés Manuel López Obrador.
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Pero este argumento se terminará de escribir mañana; yo los dejo, que el telón del nuevo sexenio ya está levantado a la mitad...
Adios!!!
Adios!!!
Pues no vimos más que destrozos y ceremonias acartonadas. No esperaba un golpe de estado, pero igual y se pudo haber puesto mejor. Lo de la Alameda es lamentable, la verdad no entiendo cómo pudo pasar.
ResponderEliminarSí, vimos historia, pero no fue nada demasiado memorable...